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Una vez que se obtienen los óvulos y se colocan en la incubadora, descansan varias horas antes de que se agregue el esperma, normalmente la tarde de la obtención de óvulos. La adición del esperma al medio de cultivo se llama inseminación y le sigue la fertilización, cuando el esperma entra al óvulo. La fertilización se puede lograr a través de la microinyección intracitoplásmica de esperma (ICSI, por sus siglas en inglés). La ICSI se recomendará si su médico sospecha que hay una alta posibilidad de que no haya fertilización o que hay una baja posibilidad de fertilización con la inseminación convencional de los ovocitos en el laboratorio.
Le llamaremos al día siguiente de la obtención para informarle cuántos óvulos han sido fertilizados. Es importante entender que es posible que no se puedan observar todos los embriones ese día y que es posible que aquellos que se observen no sigan creciendo. El embrión puede empezar a dividirse primero en dos células, luego en cuatro. La división en cuatro células generalmente se tarda de 36 a 48 horas o más después de la obtención de los óvulos. Después de tres días, un embrión que está creciendo de manera adecuada tendrá de 6 a 8 células. Un embrión debe llegar a la etapa de blastocito de 5 a 6 días después de la obtención.
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