El reflujo vesicoureteral se produce cuando la orina que está en la vejiga retrocede hacia los uréteres y a menudo hacia los riñones. La vejiga es el órgano muscular hueco que almacena orina antes de que se produzca la micción (orinar). La vejiga tiene tres orificios pequeños: dos conectan los uréteres, por donde la orina se drena desde los riñones, y uno que conecta la vejiga con la uretra, por donde la orina sale del cuerpo.
Los uréteres son conductos en forma de embudo que transportan la orina desde los riñones. Los uréteres entran en la vejiga en sentido diagonal y tienen un sistema de válvula de sentido único que normalmente impide que la orina regrese hacia los riñones por los uréteres. Cuando un niño tiene reflujo vesicoureteral, no funciona el mecanismo que evita que la orina regrese, lo que permite que esta fluya en ambas direcciones. Esta enfermedad suele diagnosticarse en la infancia y la niñez. Un niño con reflujo vesicoureteral corre el riesgo de desarrollar infecciones renales recurrentes, las cuales con el tiempo pueden ocasionar cicatrices y dañar los riñones.
Existen diferentes razones por las que un niño puede desarrollar el reflujo vesicoureteral. Algunas de las causas más comunes incluyen las siguientes:
Tener padres o hermanos que sufren reflujo vesicoureteral
Nacer con defectos del tubo neural, como por ejemplo espina bífida
Padecer otras anomalías de las vías urinarias, como por ejemplo ureterocele o duplicación ureteral
Durante la infancia, la enfermedad es más común en los varones porque, al orinar, ejercen más presión sobre todas sus vías urinarias. En la primera infancia, la irregularidad es más común en las niñas. El reflujo vesicoureteral es más común en niños caucásicos que en afroamericanos.
A continuación se enumeran los síntomas más comunes del reflujo vesicoureteral. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de forma diferente. Entre los síntomas más comunes se incluyen los siguientes:
Infección de las vías urinarias (son poco comunes en niños menores de 5 años y poco probables en varones de cualquier edad, a menos que exista una obstrucción).
Los problemas al orinar pueden incluir los siguientes:
Urgencia
Goteo
Mojarse los pantalones
Puede detectarse una masa abdominal debido a la tumefacción del riñón
Aumento de peso escaso
Presión arterial alta
Los síntomas del reflujo vesicoureteral pueden parecerse a los de otras enfermedades o problemas médicos. Consulte siempre al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
El reflujo vesicoureteral puede detectarse con una ecografía antes de que el bebé nazca. Si existen antecedentes familiares para el reflujo vesicoureteral, pero su hijo no presenta síntomas, el médico puede optar por realizar un examen de diagnóstico para descartar la posibilidad del reflujo vesicoureteral. Los procedimientos para el diagnóstico el reflujo vesicoureteral pueden incluir los siguientes:
Cistouretrograma miccional (VCUG, por sus siglas en inglés) Una radiografía específica que examina las vías urinarias. Se introduce un catéter (tubo hueco) en la uretra (conducto que conduce la orina de la vejiga al exterior del cuerpo) y la vejiga se llena de un colorante líquido. Se tomarán imágenes radiográficas a medida que la vejiga se llena y vacía. Las imágenes mostrarán si existe reflujo urinario hacia los uréteres y los riñones.
Ecografía del riñón. Examen no invasivo en el cual se pasa sobre el área del riñón un transductor que produce ondas sonoras que "rebotan" contra el riñón y transmiten la imagen del órgano a una pantalla de video. Sirve para determinar el tamaño y la forma del riñón, y para detectar masas, cálculos renales, quistes y otras obstrucciones o anomalías.
Exámenes de sangre
El reflujo vesicoureteral puede presentarse con diferentes grados de severidad. Puede provocar un reflujo leve, cuando la orina retrocede una distancia corta en los uréteres. O bien puede causar reflujo severo, que ocasiona infecciones del riñón y daños renales permanentes. El médico determinará el tratamiento específico basado en lo siguiente:
Edad, estado de salud general e historia clínica del niño
Gravedad de la enfermedad
Tolerancia de su hijo a medicamentos, procedimientos o terapias específicos
Expectativas para la evolución de la enfermedad
Su opinión o preferencia
El médico de su hijo puede asignarle un sistema de clasificación (del 1 al 5) para indicar el grado de reflujo que padece su hijo. Cuanto más elevado es el grado, más grave será el reflujo.
La mayoría de los niños que presentan un reflujo de grado 1 a 3 no necesitan ningún tipo de terapia intensa. El reflujo se resuelve por sí mismo con el tiempo, por lo general en un período de cinco años. Los niños que desarrollan episodios de fiebre o infecciones frecuentes pueden necesitar una terapia preventiva continua con antibióticos y análisis de orina periódicos. También está disponible el tratamiento quirúrgico.
Los niños con reflujo de grado 4 y 5 quizá deban ser sometidos a una intervención quirúrgica. Durante el procedimiento, el cirujano creará un aparato valvular articulado para el uréter que evitará el reflujo de orina hacia el riñón. En casos más graves quizá sea necesario extraer el tejido cicatrizal del riñón y el uréter.
Se están introduciendo nuevos tratamientos para la corrección de algunos casos de reflujo vesicoureteral. Consulte al médico de su hijo para obtener más información.
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