La vaginitis se refiere a cualquier infección o inflamación en la vagina. Este es un problema ginecológico común que afecta a mujeres de todas las edades, con un tercio de las mujeres que tienen al menos una forma de vaginitis en el transcurso de sus vidas.
La vagina es el canal muscular ubicado entre el útero y el área genital externa. Cuando las paredes de la vagina se inflaman, debido a algo irritante que trastorna el balance del área vaginal, puede ocurrir la vaginitis.
Las bacterias, hongos, virus, productos químicos de las cremas o atomizadores, o hasta la ropa pueden causar vaginitis. A veces, la vaginitis ocurre por organismos que pasan de una pareja sexual. Además, el medio ambiente vaginal está influenciado por una serie de diferentes factores, como la salud de la mujer, su higiene personal, medicamentos, hormonas (en especial el estrógeno) y la salud de su compañero sexual. Un cambio en cualquiera de estos factores puede desencadenar la vaginitis.
Los seis tipos más comunes de vaginitis incluyen los siguientes:
Candidiasis o infecciones por "hongos"
Vaginosis bacteriana
Vaginitis tricomoniasis
Vaginitis llamada clamidiosis
Vaginitis gonocócica
Vaginitis viral
Vaginitis no infecciosa
Cada uno de estos tipos de infección tiene una causa diferente y pueden presentar síntomas diferentes, por lo que el diagnóstico a menudo se complica. Además, más de un tipo de vaginitis puede estar presente al mismo tiempo, con o sin síntomas.
Las infecciones por hongos, como se les llama comúnmente, tienen su causa en una de las muchas especies de hongos llamados candida, que normalmente viven en la vagina en pequeñas cantidades. Este hongo también está presente en la boca y el tracto digestivo, tanto en hombres como en mujeres.
Dado que este hongo está presente normalmente y bien balanceado en la vagina, las infecciones ocurren cuando algo en el cuerpo de la mujer perturba este balance normal. Por ejemplo, un antibiótico para tratar otra infección puede alterar este equilibrio. En este caso, los antibióticos matan la bacteria que normalmente protege y mantiene el balance de los hongos en la vagina. A su vez, el hongo crece en exceso, causando una infección. Otros factores que pueden causar dicho desequilibrio incluyen los embarazos, que cambian los niveles hormonales, y la diabetes, que permite demasiada azúcar en la orina y en la vagina.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de una infección candida. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Un flujo vaginal espeso, blanco, parecido al queso de consistencia de agua y por lo general sin olor
Picazón y enrojecimiento de la vulva y la vagina
Los síntomas de una infección vaginal candida pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Siempre consulte a su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico preciso.
Mientras cualquier mujer puede desarrollar una infección por hongos, las siguientes mujeres pueden estar en un mayor riesgo para la afección:
Mujeres que han tenido un reciente curso de antibióticos
Mujeres que están embarazadas
Mujeres que tienen diabetes que no está bien controlada
Mujeres que utilizan medicamentos inmunosupresores
Mujeres que usan anticonceptivos con altas dosis de estrógeno
Mujeres que tienen un trastorno de tiroides o endocrino
Mujeres que se someten a la terapia con corticosteroides, lo que ralentiza el sistema inmune
Además de una historia médica completa y un examen físico y pélvico, los procedimientos para diagnosticar la candidiasis vaginal suelen incluir la observación microscópica del flujo vaginal.
El tratamiento específico para la candidiasis será determinado por el proveedor de atención médica según lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia clínica
La gravedad de la enfermedad
Tipo y gravedad de los síntomas
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Sus expectativas respecto de la evolución de la enfermedad
Su opinión o preferencia
El tratamiento de candidiasis puede incluir:
Cremas y supositorios vaginales antimicóticos
Tabletas vaginales
Medicamentos antimicóticos orales
Si bien las infecciones por hongos son las infecciones que se analizan con mayor frecuencia, la vaginosis bacteriana es en realidad el tipo más frecuente de vaginitis en mujeres de edad reproductiva. Puede deberse a bacterias, no a hongos. Con una infección de vaginosis bacteriana, ciertas especies de bacterias vaginales normales crecen sin control y provocan una inflamación. No se conoce con certeza la causa de la vaginosis bacteriana.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la vaginosis bacteriana. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Secreción lechosa, escasa y constante, o flujo pesado y gris
Olor "a pescado" (puede ser más fuerte durante el coito)
Los síntomas de la vaginosis bacteriana pueden parecerse a otros trastornos. Siempre consulte a su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico preciso.
Es importante que las mujeres embarazadas reciban tratamiento oportuno para esta afección, ya que la vaginosis bacteriana puede causar complicaciones durante el embarazo y, en algunos casos, se ha relacionado con el parto prematuro.
El tratamiento específico para la vaginosis bacteriana será determinado por el proveedor de atención médica según lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia clínica
La gravedad de la enfermedad
Tipo y gravedad de los síntomas
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Sus expectativas respecto de la evolución de la enfermedad
Su opinión o preferencia
La vaginosis bacteriana es causada por bacterias; por lo tanto, se trata generalmente con antibióticos orales.
La trichomoniasis, o "trico", como se le llama comúnmente, es una infección de transmisión sexual. Es causada por un parásito unicelular llamado Tricomonas Vaginalis que pasa entre las parejas durante la relación sexual. Como la mayoría de los hombres no presentan síntomas con la trichomoniasis, la infección a menudo no se diagnostica hasta que la mujer tiene los síntomas de la vaginitis.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de trichomoniasis. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
A menudo olor rancio, secreción espumosa, de color verde amarillo
Picazón en y alrededor de la vulva y la vagina
Sensación de ardor al orinar
Malestar en el abdomen bajo
Dolor durante las relaciones
Algunas mujeres con tricomoniasis no presentan síntomas. Los síntomas de tricomoniasis pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Siempre consulte a su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico preciso.
El tratamiento específico para tricomoniasis será determinado por el proveedor de atención médica según lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia clínica
La gravedad de la enfermedad
Tipo y gravedad de los síntomas
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Sus expectativas respecto de la evolución de la enfermedad
Su opinión o preferencia
Ambos compañeros deben recibir tratamiento para la tricomoniasis para evitar la reinfección. Generalmente, el tratamiento consiste en tomar antibióticos por vía oral. Si una mujer tiene más de un compañero sexual, cada pareja (y las parejas suyas y las otras) también deben recibir tratamiento.
Es importante que las mujeres embarazadas reciban tratamiento oportuno para la trichomoniasis, ya que este tipo de vaginosis puede causar complicaciones durante el embarazo y, en algunos casos, se ha relacionado con el parto prematuro.
La clamidia es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes en los Estados Unidos, a pesar de que a menudo no se diagnostica. Si no se trata, la infección por clamidia con frecuencia lleva a la enfermedad inflamatoria pélvica (PID), que aumenta el riesgo de esterilidad, adherencias pélvicas, dolor pélvico crónico y embarazos ectópicos de una mujer.
La infección por clamidia, causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, existe en un número de diferentes cepas. Esta forma de vaginitis es la más diagnosticada en mujeres jóvenes entre las edades de 18 y 35 años que tienen múltiples parejas sexuales.
Desafortunadamente, muchas mujeres no presentan síntomas, prolongando el diagnóstico y tratamiento y, posiblemente, la propagación de la enfermedad. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la infección clamidia. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Aumento del flujo vaginal
Sangrado leve especialmente después de las relaciones
Malestar en el abdomen bajo o pelvis
Sensación de ardor al orinar
Pus en la orina
Enrojecimiento e hinchazón de la uretra y de los labios
Los síntomas de clamidia pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Siempre consulte a su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico preciso.
El tratamiento específico para la clamidia será determinado por el proveedor de atención médica según lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia clínica
La gravedad de la enfermedad
Tipo y gravedad de los síntomas
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Sus expectativas respecto de la evolución de la enfermedad
Su opinión o preferencia
Generalmente, el tratamiento consiste en tomar antibióticos por vía oral. Es especialmente importante que las mujeres embarazadas infectadas con clamidia reciban tratamiento, ya que las consecuencias para el bebé que ha pasado a través del canal del parto de una madre infectada son bastante graves.
La vaginitis también puede ser causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae (N. gonorrhoeae)--la misma bacteria que causa la enfermedad de transmisión sexual conocida como gonorrea.
En los niños prepuberales, la infección más común ocurre en el tracto genital, presentando la vaginitis como el síntoma más común. En los adolescentes que son sexualmente activos, las infecciones gonocócicas pueden ocurrir en combinación con otros tipos de infecciones vaginales, y son parecidas a las infecciones gonocócicas en los adultos. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de una infección gonocócica. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Flujo amarillento o con sangre (en las mujeres) o flujo blanco amarillento del pene (en los hombres).
Micción dolorosa o ardor (hombres y mujeres)
Inflamación o duelen los testículos (hombres)
Sangrado vaginal durante las las relaciones sexuales (en las mujeres)
Dolor en la parte baja del abdomen (pélvico) durante las las relaciones sexuales (en las mujeres)
Los síntomas de una infección gonocócica pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Siempre consulte a su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico preciso.
El tratamiento específico para la infección gonocócica será determinado por el proveedor de atención médica según lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia clínica
Gravedad de los síntomas
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Expectativas respecto de la evolución del trastorno
Su opinión o preferencia
Si no se trata, la infección gonocócica puede conducir a enfermedades graves, como el PID, lo que aumenta el riesgo de una mujer de infertilidad, adherencias pélvicas, dolor pélvico crónico y embarazos ectópicos (en las trompas). Debido a estos riesgos, el tratamiento temprano de la infección con antibióticos es esencial. El tratamiento de las parejas sexuales también es necesario para prevenir la reinfección y la propagación de la enfermedad.
Los virus son una causa común de vaginitis, la mayoría se propaga a través del contacto sexual. Un tipo de virus que causa vaginitis viral es el virus herpes simplex (HSV o simplemente herpes) que tiene como síntoma principal el dolor en el área genital, asociado con lesiones y llagas. Estas llagas suelen ser visibles en la vulva o la vagina, pero ocasionalmente se encuentran dentro de la vagina, y sólo se puede encontrar durante un examen pélvico. A menudo, el estrés o las situaciones emocionales pueden ser un factor en el desencadenamiento de un brote de herpes.
Otra fuente de vaginitis viral es el virus del papiloma humano (HPV), un virus que se transmite a través del contacto sexual. El VPH es la principal causa de cáncer cervical en las mujeres. Este virus también causa verrugas dolorosas que crecen en la vagina, el recto, la vulva o la ingle. Sin embargo, las verrugas visibles no siempre están presentes, en cuyo caso, el virus generalmente se detecta por una prueba para detectar el HPV realizado con una prueba de Papanicolaou.
Dos vacunas contra el HPV son eficaces para prevenir la infección por las cepas particulares de HPV que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino, pero no tratan la infección por HPV existente o verrugas genitales. Una de las vacunas es también eficaz contra las verrugas genitales, así como algunos tipos de cáncer de la vulva, la vagina y el ano. Ambas vacunas han sido aprobadas para su uso en mujeres entre las edades de 9 y 26 años. Una de las dos vacunas están disponibles para los niños y hombres, de edades de 9 a 26, y protege contra la mayoría de las verrugas genitales. Las vacunas se administran como una serie de tres dosis.
La vaginitis no infecciosa por lo general se refiere a las irritaciones vaginales sin presencia de infección. Con frecuencia, es causada por una reacción alérgica o irritación debida a las pulverizaciones o duchas vaginales, o productos espermicidas. Puede también ser provocada por la sensibilidad a los jabones perfumados, detergentes o suavizantes.
Otra forma de vaginitis no infecciosa, llamada vaginitis atrófica por lo general resulta de una disminución de las hormonas debido a la menopausia, la extirpación quirúrgica de los ovarios, la radioterapia, o incluso después del parto - especialmente en las mujeres que amamantan. La falta de estrógenos seca y adelgaza el tejido vaginal y también puede causar manchas.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de vaginitis no infecciosa. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Comezón vaginal
Ardor vaginal
Secreción vaginal
Dolor pélvico (en particular durante las relaciones)
Los síntomas de la vaginitis no infecciosa pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Siempre consulte a su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico preciso.
El tratamiento específico para la vaginitis no infecciosa será determinado por el proveedor de atención médica según lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia clínica
La gravedad de la enfermedad
Tipo y gravedad de los síntomas
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Sus expectativas respecto de la evolución de la enfermedad
Su opinión o preferencia
El tratamiento para la vaginitis no infecciosa suele incluir cremas con estrógeno o comprimidos orales, que pueden restaurar la lubricación y disminuir el dolor y la irritación.
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