La criptorquidia (o testículos no descendidos) es un trastorno que se observa en los recién nacidos cuando uno o ambos testículos no descendieron a la bolsa testicular (escroto). El diez por ciento de los casos son bilaterales (involucran a ambos testículos). La criptorquidia es más común en varones prematuros, porque los testículos no descienden del abdomen a la bolsa testicular hasta el séptimo mes de desarrollo fetal.
Los testículos no descendidos pueden originarse por varias razones. Aunque una de las causas principales es el nacimiento prematuro, otras pueden incluir trastornos hormonales, espina bífida, testículos retráctiles (reflejo que ocasiona que un testículo se mueva hacia atrás y hacia adelante del escroto a la ingle) o la ausencia testicular.
Según los urólogos pediátricos (médicos que tratan enfermedades o afecciones de los genitales y el tracto urinario, por ejemplo, riñones, uréteres, vejiga):
En entre el tres y el cinco por ciento de los niños varones, los testículos no descienden.
Un tercio de los bebés varones prematuros tienen un testículo no descendido.
También existe un componente genético: el 14 por ciento de los varones con testículos no descendidos también tuvieron un familiar varón con la misma afección.
En casos aislados, los niños sometidos a una reparación de hernia inguinal pueden presentar testículos no descendidos.
Un testículo que no se puede palpar (no se encuentra durante un examen) es el síntoma más común de la criptorquidia. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de forma diferente. Los síntomas de la criptorquidia pueden parecerse a los de otras enfermedades o problemas de salud. Consulte siempre al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
El diagnóstico de los testículos no descendidos se basa en un examen físico e historia clínica completos.
Tres cuartos de los casos de testículos no descendidos en general se resuelven para cuando el bebé cumple los 3 meses de edad, y el 99 por ciento se resuelve para el año sin ningún tratamiento. El problema se soluciona a medida que los testículos descienden del conducto inguinal (un pequeño pasaje interno que se extiende a lo largo del abdomen, cerca de la ingle) a la bolsa testicular.
El médico de su hijo determinará el tratamiento específico basado en lo siguiente:
Edad, estado de salud general e historia clínica del niño
Gravedad de la enfermedad
Tolerancia de su hijo a medicamentos, procedimientos o tratamientos específicos
Cuánto se cree que durará la enfermedad
Su opinión o preferencia
El tratamiento puede incluir lo siguiente:
Terapia con hormonas. La administración de determinadas hormonas puede estimular la producción de testosterona, que ayuda a que los testículos desciendan a la bolsa testicular. Esto no se utiliza como tratamiento de rutina para testículos que en verdad no han descendido.
Reparación quirúrgica. Es posible que el médico de su hijo recomiende la reparación quirúrgica para localizar el testículo no descendido y ubicarlo en la bolsa testicular. Esta cirugía, denominada orquidopexia, en general se lleva a cabo entre los 6 y los 18 meses, y en el 98 por ciento de los casos tiene resultados satisfactorios.
Si la criptorquidia no se repara, su hijo puede tener las siguientes complicaciones en su desarrollo y maduración:
Infertilidad (más común cuando los dos testículos están afectados)
Riesgo de cáncer testicular que aumenta considerablemente para los 30 o 40 años
Hernia inguinal (zona debilitada en la pared abdominal inferior o en el conducto inguinal donde los intestinos pueden sobresalir)
Torsión testicular (una torsión dolorosa de los testículos que puede provocar la disminución de irrigación sanguínea a estos)
Consecuencias psicológicas de un escroto vacío
Tenga a bien consultar a su médico ante cualquier pregunta o preocupación que tenga sobre esta enfermedad.
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