La abdominoplastia, o "cirugía estética del abdomen" como se la conoce comúnmente, es un procedimiento que minimiza el área abdominal. Con este procedimiento, el cirujano realiza una incisión desde un lado del hueso de la cadera hasta el otro. Se eliminan quirúrgicamente el exceso de piel y de grasa de la parte media y baja del abdomen, y se estiran los músculos de la pared del abdomen.
Posibles complicaciones asociadas con la abdominoplastia pueden incluir, entre otras, las siguientes:
Cicatrices visibles. Si el área de incisión no sana de manera adecuada, existe la posibilidad de que la cicatriz sea visible. Generalmente, esto se soluciona con una segunda operación.
Coágulos sanguíneos e infección. Como sucede en cualquier operación, existe el riesgo de sangrado, infección, coágulos sanguíneos, o reacción a la anestesia.
Los mejores candidatos para una abdominoplastia son hombres y mujeres que tienen una buena condición física, pero a quienes les molesta el gran depósito de grasa o la piel abdominal suelta que tienen, y que no responde a la dieta ni al ejercicio.
La gente que intenta bajar de peso, y las mujeres que planifican futuros embarazos deberían posponer la cirugía.
Si bien cada procedimiento varía, la cirugía estética del abdomen generalmente incluye las siguientes consideraciones:
La instalación quirúrgica del cirujano en su propio consultorio.
Centro quirúrgico ambulatorio
Pacientes externos
Pacientes internos
Anestesia local y sedación intravenosa
Anestesia general
Una abdominoplastia completa generalmente lleva varias horas, dependiendo de la magnitud del trabajo requerido.
Abdomen hinchado
Abdomen dolorido
La recuperación es un proceso lento y gradual. Una completa recuperación puede llevar semanas o meses.
Las cicatrices parecen empeorar durante los 3 primeros meses o hasta los 6 meses, a medida que se curan. Puede tomar un año para que las cicatrices se aplanen y se aclaren, aunque tal vez nunca desaparezcan por completo.
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