La taquipnea transitoria del recién nacido es un problema respiratorio leve. Afecta a bebés durante las primeras horas de vida. Transitoria significa pasajera. Taquipnea significa frecuencia respiratoria rápida. Este problema suele desaparecer sin tratamiento en unos tres días.
Antes de nacer, los bebé tienen líquido en sus pulmones. Los bebés expulsan una parte de ese líquido antes del nacimiento. Y más líquido se elimina a medida que los bebés pasan por el canal de nacimiento durante el parto. Los pulmones absorben el resto del líquido después de que los bebés nacen y comienzan a respirar por sí mismos. Si ese líquido no se absorbe con suficiente rapidez o si los bebés tienen demasiado líquido en los pulmones, no pueden absorber muy bien el oxígeno. Los bebés que tienen este problema necesitan respirar con más rapidez y más esfuerzo para que llegue oxígeno suficiente a los pulmones.
Solo una cantidad pequeña de todos los recién nacidos tiene este problema respiratorio. Si bien los bebés prematuros pueden experimentarlo, la mayoría de los bebés que presenta este problema nacieron a término. Los bebés que nacieron por cesárea tienen más probabilidades de tener este problema porque el líquido de los pulmones no se exprime y sale de los pulmones como ocurre durante un parto vaginal. Los bebés de madres que tienen asma y diabetes también pueden tener más probabilidades de experimentar esta afección.
Los síntomas pueden ser levemente distintos en cada niño. Pueden incluir:
Frecuencia respiratoria rápida de más de 60 respiraciones por minuto
Resoplidos al respirar
Aleteo de las fosas nasales
Retracción del pecho entre las costillas al respirar
Los síntomas de este problema respiratorio pueden parecerse a los de otros problemas de salud. Asegúrese de llevar a su hijo a su proveedor de atención médica para recibir un diagnóstico.
Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo use una radiografía para ayudar a diagnosticar el problema. En las radiografías, los pulmones se ven con rayas o excesivamente inflados. Los síntomas de este problema respiratorio pueden ser parecidos a los de otros problemas respiratorios más serios. Estos incluyen síndrome de dificultad respiratoria. Es frecuente que la taquipnea transitoria del recién nacido se diagnostique cuando los síntomas desaparecen hacia el tercer día de vida.
Generalmente el problema desaparece por sí solo en unos tres días. El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y la salud general de su hijo. También variará según la gravedad de la afección.
El tratamiento puede incluir:
Oxígeno suplementario. Se le administra oxígeno a su bebé colocándole una mascarilla sobre la cara o colocando a su bebé bajo una campana de oxígeno.
Análisis de sangre. Estos análisis miden el nivel de oxígeno presente en la sangre de su bebé.
Presión positiva continua en las vías respiratorias. Este tratamiento usa una máquina de respiración mecánica. La máquina hace circular aire continuamente hacia las vías respiratorias de su bebé para ayudar a mantener abiertos los diminutos pasos respiratorios de los pulmones.
Alimentación por sonda. Es posible que su bebé la necesite si su frecuencia respiratoria es demasiado alta. Esto ayudará a evitar que su bebé aspire alimento de la boca hacia los pulmones.
Una vez que el problema desaparezca, su bebé debería mejorarse rápidamente. Tampoco debería tener un riesgo más alto de tener otros problemas respiratorios ni problemas de larga duración.
La taquipnea transitoria del recién nacido es un problema respiratorio leve. Afecta a bebés a poco de nacer y dura unos tres días.
Generalmente desaparece por sí sola.
El tratamiento puede incluir oxígeno suplementario, análisis de sangre y presión positiva continua en las vías respiratorias.
Una vez que el problema desaparezca, su bebé debería mejorarse rápidamente. Tampoco debería tener un riesgo más alto de tener otros problemas respiratorios o de larga duración.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita al proveedor de atención médica de su hijo:
Tenga en mente la razón de la visita y qué desea que suceda.
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
En la visita, escriba el nombre de un diagnóstico nuevo y de todos los medicamentos, tratamientos o análisis nuevos. Además escriba todas las instrucciones nuevas que le dé el proveedor para su hijo.
Pregunte por qué se indica un medicamento o tratamiento nuevo, y cómo ayudará a su hijo. Además, consulte cuáles serán los efectos secundarios.
Pregunte si la afección de su hijo se puede tratar de otras maneras.
Infórmese de por qué un análisis o procedimiento se recomienda y qué podrían significar los resultados.
Consulte qué puede ocurrir si su hijo no toma el medicamento o no se hace un análisis o procedimiento.
Si su hijo tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo puede comunicarse con el proveedor de su hijo después del horario de consultorio. Es importante por si su hijo se enferma y usted necesita hacer preguntas o pedir un consejo.
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