Las lesiones relacionadas con los juguetes a los que los niños se suben para andar son las más comunes, aunque no presentan índices de muerte altos.
Si tiene bebés, evite los siguientes juguetes:
Juguetes que se cuelgan en cunas y corralitos con cuerdas de más de 7 pulgadas (18 cm) de largo
Juguetes con partes lo suficientemente pequeñas como para quedar atascadas en la garganta de un bebé
Envolturas plásticas de los juguetes. Estas envolturas representan peligro de sofocación en sí mismas
Si tiene niños menores de 3 años, evite los siguientes juguetes:
Juguetes pequeños o juguetes con piezas separables que puedan quedar atascadas en la garganta del niño. (Por ejemplo, animales de peluche con ojos flojos, fichas de juegos, pilas o canicas)
Juguetes con partes rompibles o sueltas. (Por ejemplo, juguetes con ruedas pequeñas o figuras móviles con piezas separables)
Globos de látex
Envolturas plásticas de los juguetes. Estas envolturas representan peligro de sofocación en sí mismas
Evite los juguetes que tengan:
Piezas que puedan quitarse
Alambres expuestos
Piezas que se calienten
Pintura con plomo
Materiales tóxicos
Piezas rompibles
Puntas o bordes filosos
Piezas de vidrio o quebradizas
Resortes, engranajes o piezas con bisagras con las que puedan pellizcarse o atraparse los dedos
Si tiene niños menores de 8 años, evite los siguientes juguetes:
Juguetes con puntas o bordes filosos
Juguetes eléctricos con elementos que se calienten. (Por ejemplo, un horno de juguete)
Juguetes que contengan sustancias tóxicas. (Por ejemplo, ciertos juegos para pintar)
Juguetes con los que puedan atraparse los dedos
Juguetes que disparan o juguetes ruidosos (tales como pistolas de juguete, pistolas con cebos o de aire comprimido)
Juguetes que puedan contener pintura con plomo (en general, aquellos juguetes comprados en ventas de garaje o mercados de pulgas)
Juguetes que no cumplan con las normas de seguridad de EE. UU.
La American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría) no recomienda el uso de andadores por las siguientes razones:
Los bebés que usan andadores pueden tropezar con objetos o caerse por las escaleras y llegar hasta piscinas, calefactores y estufas calientes.
El uso de andadores está asociado a la intoxicación, en especial en bebés menores de 9 meses. El andador permite que el bebé esté a una altura como para alcanzar químicos que se encuentran en el hogar antes de tener movilidad propia. Esto también puede pasar antes de que muchos padres hayan hecho de sus hogares un lugar seguro para los bebés.
Estos dispositivos no ayudan a que el bebé camine ni que tenga una movilidad propia más rápida o avanzada. En realidad pueden impedir el desarrollo de ciertas habilidades motrices como pararse, gatear y arrastrarse.
Los andadores les dan a los bebés fuerza extra para atravesar barreras como puertas de seguridad. Esto ocasiona miles de lesiones en la cabeza por año.
Nota: Muchos fabricantes ahora producen andadores fijos que permiten a los bebés estar en el lugar. Estos presentan una alternativa más segura a los andadores móviles. Sin embargo, muchos proveedores de atención médica aun así creen que ningún andador es recomendable. Hable con el proveedor de atención médica de su hijo para obtener más información.
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