La torsión tibial es una torsión hacia adentro de los huesos de la canilla (los huesos que están entre la rodilla y el tobillo). La torsión tibial hace que los pies del niño apunten hacia adentro. Es por esto que algunos lo llaman "dedos de paloma". Se ve comúnmente en niños que empiezan a caminar.
La torsión tibial puede producirse debido a la posición del bebé en el útero. Además, es más propensa si existen antecedentes familiares. Generalmente, el estilo de caminar de un niño se parece al de sus padres.
Cuando el niño está aprendiendo a caminar, la torsión tibial da la apariencia de que el niño apunta sus dedos hacia adentro. Como los pies están torcidos hacia adentro, las piernas parecen arqueadas. Esta posición con las piernas arqueadas, en realidad, ayuda a los niños a lograr mayor equilibrio al pararse. Sin embargo, su equilibrio no es tan bueno cuando intentan pararse y caminar con los pies juntos o hacia afuera. De esta forma pueden tropezarse y caerse.
El proveedor de atención médica de su hijo realizará el diagnóstico en base la historia médica completa y a un examen físico. Durante el examen, el proveedor de atención médica obtendrá la historia clínica completa del embarazo y nacimiento de su hijo y le preguntará si otro familiar tiene torsión tibial. Por lo general, el diagnóstico puede realizarse sin necesidad de radiografías.
El proveedor de atención médica de su hijo analizará con usted el tratamiento específico para la torsión tibial según:
La edad, el estado general de salud y la historia médica de su hijo
La gravedad de la afección
La tolerancia que su hijo tenga a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Las expectativas de la evolución de la afección
Su opinión o preferencia
La torsión de los huesos de la canilla suele mejorar con el tiempo. A medida que el niño crece, la marcha se hará más normal, por lo general, alrededor de los 5 y 8 años de edad.
En casos aislados, el proveedor de atención médica receta aparatos o zapatos ortopédicos.
La torsión tibial tiene un pronóstico muy bueno. Muchos casos se corrigen solos conforme el niño crece. Muy pocas veces la torsión tibial puede ser grave y hacer necesaria una cirugía para enderezar los huesos de la espinilla.
Es importante saber que la torsión tibial no causa artritis ni ningún otro problema de salud futuro.
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