Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son enfermedades infecciosas transmitidas por el contacto sexual. El 50 % de las nuevas ETS se producen en personas de entre 15 y 24 años.
La mejor manera de prevenir que su hijo o hija contraigan una ETS es aconsejarles que se abstengan de mantener todo tipo de contacto sexual con otra persona. Sin embargo, si deciden ser sexualmente activos o si ya son sexualmente activos, existen varias medidas de precaución recomendadas por expertos para ayudar a reducir el riesgo de su hijo o hija adolescente de desarrollar una enfermedad de transmisión sexual. Estas incluyen las siguientes:
mantener una relación mutuamente monogámica con una pareja no infectada;
usar (de forma constante y correcta) un condón masculino de látex o femenino de poliuretano, incluso para el sexo oral;
usar agujas esterilizadas al inyectar fármacos intravenosos;
reducir la susceptibilidad a las infecciones de VIH mediante la prevención y el control de otras ETS: el padecer otras ETS facilita la infección con VIH;
demorar el inicio de la vida sexual durante el mayor tiempo posible; mientras más joven es una persona cuando comienza a tener sexo, más probabilidades tiene de desarrollar una ETS;
realizarse controles periódicos de VIH y ETS;
conocer los síntomas de las ETS y solicitar ayuda médica lo antes posible si se presenta algún síntoma;
evitar las relaciones sexuales durante la menstruación;
evitar las relaciones anales o usar un condón masculino de látex y microbicidas tópicos; y
evitar las duchas vaginales.
Comenzar el tratamiento de inmediato, tomar todo el régimen de medicamentos y seguir el asesoramiento del proveedor de atención médica.
Notificar a todas las parejas sexuales recientes y animarlas a realizarse controles médicos. Si su hijo o hija no desea hacer esto personalmente, su departamento de salud local puede brindar ayuda.
Evitar la actividad sexual mientras se encuentra en tratamiento por una ETS. Si la pareja también necesita tratamiento, esperar que finalice el tratamiento por completo.
Realizarse un análisis de seguimiento para asegurarse de que la ETS se trató correctamente.
Se han identificado numerosas ETS. De acuerdo con el Instituto Nacional para la Alergia y las Enfermedades Infecciosas (National Institute for Allergy and Infectious Diseases) y los Centros para el Control de Enfermedades, los tipos comunes de ETS incluyen los siguientes:
Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). VIH, el virus que causa síntomas del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), destruye la capacidad del cuerpo de combatir las infecciones. Se disemina a través del sexo sin protección con una persona infectada y también por el contacto con sangre o agujas infectadas. Las personas con infección avanzada por VIH son muy susceptibles a numerosas enfermedades mortales y a ciertos tipos de cáncer.
Virus del papiloma humano (VPH). El VPH es una enfermedad de transmisión sexual común que puede causar verrugas genitales denominadas condilomas, que pueden presentarse dentro o fuera de la zona de los genitales y pueden contagiarse a la piel cercana o a una pareja sexual. Debido a que la infección por VPH no siempre produce verrugas, la infección puede pasar desapercibida.
Las mujeres con infección por VPH tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de cuello de útero. Los exámenes Pap periódicos pueden detectar una infección por VPH, además de células de cuello uterino anormales. Existe una vacuna contra el VPH disponible para prevenir el cáncer de cuello de útero y las verrugas genitales. Se recomienda comenzar con las vacunas a los 11 años, pero pueden administrarse desde los 9 años de edad. Analice esta opción con el proveedor de atención médica de su hija.
Si bien existe tratamiento para las verrugas genitales (que en ocasiones desaparecen por sí solas), el virus permanece y las verrugas pueden reaparecer. Ciertos tipos de VPH también pueden causar verrugas -denominadas verrugas comunes- en otras partes del cuerpo, tales como las manos; sin embargo, generalmente no causan problemas de salud.
Clamidia. Las infecciones clamidiales, la ETS más común, pueden afectar tanto a hombres como a mujeres. Pueden causar un flujo genital anormal y ardor al orinar. En las mujeres, las infecciones clamidiales no tratadas pueden derivar en enfermedad inflamatoria pélvica (pelvic inflammatory disease, PID), que es una infección del útero, las trompas de Falopio y otros órganos reproductores que causa síntomas tales como dolor en la zona abdominal inferior. Las infecciones clamidiales pueden tratarse con terapia de antibióticos. Lamentablemente, muchas personas con infecciones clamidiales poseen pocos síntomas o ninguno. Las complicaciones más comunes y graves se presentan en las mujeres e incluyen enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico (tubárico) e infertilidad. Los hombres pueden presentar síntomas urinarios o no presentar ningún síntoma aunque padezcan de clamidia.
Gonorrea. La gonorrea produce una secreción de la vagina o pene, y dolor o dificultad al orinar. Las complicaciones más comunes y graves se presentan en las mujeres e incluyen enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico (tubárico) e infertilidad.
Las infecciones de gonorrea pueden tratarse con terapia de antibióticos.
Herpes genital. Las infecciones por herpes genitales son causadas por el virus del herpes simple (VHS).
Los síntomas pueden incluir ampollas dolorosas o úlceras abiertas en la zona genital, que pueden estar precedidas por sensaciones de hormigueo y ardor. Las úlceras del herpes usualmente desaparecen en unas semanas, pero el virus permanece en el organismo y las lesiones pueden volver a ocurrir ocasionalmente.
No existe cura para el VHS, pero sí existen agentes antivirales que pueden reducir la duración de un brote y los síntomas.
Sífilis. El síntoma inicial de la sífilis es una llaga abierta indolora que generalmente aparece en el pene, en la vagina o en la piel que rodea cualquier órgano genital. La sífilis no tratada puede avanzar a etapas posteriores que incluyen una erupción transitoria y, eventualmente, la afectación grave del corazón y el sistema nervioso central. Las infecciones por sífilis pueden tratarse con terapia de antibióticos.
Enfermedad inflamatoria pélvica (PID).La PID es una complicación grave que puede presentarse en las mujeres a partir de una ETS, tal como clamidia o gonorrea. La PID involucra una infección del útero, las trompas de Falopio y otros órganos reproductores. Puede causar dolor de la zona abdominal inferior y, posteriormente, infertilidad.
Otras enfermedades que pueden transmitirse por vía sexual incluyen las siguientes:
vaginosis bacteriana;
chancroide;
infecciones con citomegalovirus;
granuloma inguinal (donovanosis);
linfogranuloma venéreo;
molusco contagioso;
ladilla;
sarna;
tricomoniasis; e
úlceras orales (el sexo oral puede producir úlceras por presencia de gonorrea o herpes).
Las ETS afectan a hombres y mujeres de cualquier origen y nivel económico. Sin embargo, prácticamente la mitad de todos los casos de ETS en los EE. UU. se producen en personas menores de 25 años.
Las ETS se encuentran en aumento, posiblemente debido a que las personas son sexualmente más activas y tienen varias parejas sexuales durante sus vidas.
Muchas ETS no producen síntomas al inicio. Además, muchos síntomas de ETS pueden confundirse con los de otras enfermedades que no se transmiten por contacto sexual, especialmente en las mujeres. Incluso las ETS que no presentan síntomas pueden ser contagiosas y posteriormente provocar problemas serios de salud.
Las mujeres sufren síntomas más frecuentes y graves de ETS:
Algunas ETS pueden extenderse al útero (matriz) y las trompas de Falopio, y causar enfermedad inflamatoria pélvica (PID), que puede derivar en infertilidad y embarazo ectópico (tubárico).
Algunas cepas de infecciones por VPH en las mujeres también pueden estar asociadas a cáncer de cuello uterino. Tanto en mujeres como en hombres, estas cepas pueden causar cáncer anal, de cabeza y de cuello.
Las ETS pueden transmitirse de una madre a su bebé antes o durante el nacimiento. Algunas infecciones del recién nacido pueden tratarse correctamente, pero otras pueden causar una discapacidad permanente o incluso la muerte del bebé.
Una vez diagnosticadas, muchas ETS pueden tratarse correctamente. Sin embargo, algunas ETS, tales como el herpes, no se curan por completo y pueden reaparecer, aunque cada reaparición puede ser controlada.
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