El trastorno de ansiedad por separación (SAD, por sus siglas en inglés) se define como la preocupación y temor excesivos de estar separado de los miembros de la familia o individuos con los que el niño está más ligado. Los niños con trastorno de ansiedad por separación temen perderse de su familia o temen que algo malo le suceda a un miembro de su familia si se separan de ellos. Los síntomas de la ansiedad o temor a ser separados de los miembros de su familia deben durar por un período de al menos cuatro semanas para ser considerados SAD. Es diferente de la ansiedad por extraños, que es normal y por lo general la experimentan los niños entre los 7 y 11 meses de edad. Los síntomas del SAD son más graves que la ansiedad de separación normal que casi todos los niños experimentan en algún grado entre las edades de 18 meses y 3 años.
Se cree que los trastornos de ansiedad tienen factores biológicos, familiares y ambientales que contribuyen a la causa. Un desequilibrio químico que involucra a dos sustancias químicas en el cerebro (norepinefrina y serotonina) muy probablemente contribuyen a la causa de los trastornos de ansiedad. Mientras que un niño o adolescente pueden heredar una tendencia biológica a ser ansiosos, la ansiedad y el temor también se pueden aprender de los miembros de la familia y otros que suelan mostrar un incremento de la ansiedad cerca del niño. Una experiencia traumática también puede desencadenar la ansiedad.
Todos los niños y adolescentes experimentan algo de ansiedad. Es una parte normal del crecimiento. Sin embargo, cuando las preocupaciones y los temores son inapropiados para el desarrollo sobre la separación del hogar o familia, el trastorno de ansiedad por separación puede estar presente. El SAD ocurre de igual manera en hombres y mujeres. Los primeros síntomas del SAD por lo general aparecen cerca del tercer o cuarto grado. Normalmente, el inicio de los síntomas se da luego de un receso de la escuela, como las fiestas navideñas o una enfermedad extendida. Los hijos de padres con un trastorno de ansiedad están más propensos a tener un trastorno de ansiedad.
Los siguientes son los síntomas más comunes del SAD. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente. Los síntomas pueden incluir:
Rehusarse a dormir solo
Pesadillas repetidas con un tema de separación
Angustia excesiva cuando se presenta o se anticipa la separación del hogar o de la familia
Preocupación excesiva sobre la seguridad de un miembro de la familia
Preocupación excesiva sobre perderse de la familia
Rehusarse a ir a la escuela
Temeroso y renuente a estar solo
Frecuentes dolores de estómago, cefaleas u otra quejas físicas
Dolores o tensión musculares
Preocupación excesiva sobre la seguridad de sí mismo
Preocupación excesiva acerca de o cuando se duerme lejos de casa
Dependencia excesiva incluso cuando está en casa
Síntomas de pánico y/o berrinches cuando se está separado de los padres o encargados
Los síntomas del trastorno de ansiedad por separación pueden parecerse a otras afecciones o problemas psiquiátricos. Hable siempre con el proveedor de atención médica de su hijo para recibir un diagnóstico.
Un psiquiatra infantil u otro profesional de salud mental calificado generalmente diagnostica los trastornos de ansiedad en niños y adolescentes luego de una evaluación psiquiátrica integral. Los padres que notan señales de ansiedad grave en sus hijos o adolescentes pueden ayudar buscando evaluación y tratamiento tempranos. El tratamiento temprano puede a menudo evitar problemas futuros.
El proveedor de atención médica de su hijo determinará el tratamiento específico para el trastorno de ansiedad por separación con base en:
La edad de su hijo
Su salud general y sus antecedentes de salud
La gravedad de su enfermedad
Qué tan bien pueda manejar su hijo tratamientos, procedimientos o medicamentos específicos
Cuánto se espera que dure la afección
Su opinión o preferencia
Los trastornos de ansiedad se pueden tratar efectivamente. El tratamiento siempre debe estar basado en una evaluación integral del niño y de la familia. Las recomendaciones de tratamiento pueden incluir terapia conductual cognitiva para el niño. El foco debe ser ayudar al niño o adolescente a aprender destrezas para manejar su ansiedad. El objetivo también es ayudarle a dominar las situaciones que contribuyen a la ansiedad. Algunos niños también se pueden beneficiar del tratamiento con antidepresivos o medicamentos contra la ansiedad para ayudarles a sentirse más calmados. Los padres juegan un papel de apoyo vital en cualquier proceso de tratamiento. También es posible que se recomienden terapia familiar y una consulta con la escuela del niño.
No se conocen todavía las medidas para reducir la incidencia de los trastornos de ansiedad por separación en niños. Sin embargo, la detección e intervención tempranas pueden reducir la gravedad del trastorno, mejorar el crecimiento y desarrollo normales del niño y mejorar la calidad de vida experimentada por niños o adolescentes con trastornos de ansiedad por separación.
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