La retinopatía del prematuro ("ROP", por sus siglas en inglés) es una enfermedad de los vasos sanguíneos de la retina (la parte del ojo sensible a la luz). La ROP es muy común en los bebés prematuros. En general, cuanto más prematuro sea el bebé y menor sea su peso al nacer, mayor será el riesgo de que desarrolle ROP. Esta enfermedad ha sido conocida como fibroplastia retrolental.
El mecanismo exacto del ROP no se conoce completamente. La retina es la delgada capa de fibras nerviosas y células sensibles a la luz que cubre la parte interna y posterior del ojo. Los vasos sanguíneos de la retina no se desarrollan por completo hasta que el bebé llega a término. Cuando un bebé nace prematuro, es posible que los vasos sanguíneos no se hayan desarrollado completamente. Pueden tener crecimiento de vasos sanguíneos anormales, daños o cicatrices en los vasos sanguíneos ya existentes en la retina. Las cicatrices y el sangrado pueden causar tejido cicatricial o desprendimiento de la retina de la parte posterior del ojo y pérdida de la visión.
La ROP tiene cinco etapas, que van desde la Etapa 1, más leve, a la Etapa 5, la más grave, en la que la retina se desprende del ojo. Se denomina preumbral a los bebés con ROP Etapa 1 y 2, y umbral a los que tienen ROP Etapa 3 a 5. Cerca del 90 por ciento de los bebés con ROP Etapa 1 y 2 presentan mejoras sin tratamiento. Sin embargo, cerca de la mitad de los bebés con Etapa 3 y la mayoría de aquellos con Etapa 4 pueden desarrollar daño ocular grave. Cada año, entre 400 y 600 niños son cegados por la ROP.
En 2012, la Academia Americana de Pediatría actualizó sus lineamientos para un programa de exámenes para identificar a los bebés en riesgo de sufrir ROP. Estos lineamientos incluyen:
Los bebés que al nacer tengan un peso menor o igual a 1500 g o una edad gestacional de 30 semanas o menos deberían ser sometidos a exámenes retinales.
Los bebés que al nacer pesen entre 1500 y 2000 g o tengan una edad gestacional mayor a 30 semanas y se considere que presentan alto riesgo deberían ser sometidos a exámenes retinales.
Los exámenes retinales de bebés prematuros deberían ser realizados por un oftalmólogo con experiencia en identificar los cambios retinales en la ROP.
El momento oportuno para realizar los controles de ROP en fase aguda debería determinarse según la edad cronológica del bebé y su edad gestacional al nacer.
Los exámenes de seguimiento deberían ser recomendados por el oftalmólogo interviniente de acuerdo con lo hallado en la retina.
El diagnóstico temprano del daño es importante para el tratamiento de la ROP. Los bebés que desarrollan ROP grave pueden beneficiarse de un tratamiento llamado crioterapia que utiliza la congelación para impedir que se produzca más daño. Otro tratamiento utiliza la fotocoagulación láser para crear quemaduras pequeñas y tejido cicatrizal. Estas cicatrices sellan los bordes de la retina y ayudan a evitar el desprendimiento. Otros tratamientos para los casos más graves de ROP son el cerclaje escleral y la vitrectomía. El cerclaje escleral es una banda de silicona que se coloca alrededor del ojo para impedir que el humor vítreo en el ojo tire del tejido cicatrizal. Esto permite que la retina permanezca plana. La vitrectomía es un procedimiento para extraer y reemplazar el humor vítreo, de manera que se pueda reparar el tejido cicatrizal. El tratamiento quirúrgico puede utilizarse si la retina se desprende.
La clave para prevenir la ROP es evitar los nacimientos prematuros. Aún así, continúa en curso la investigación para encontrar formas de tratar este y otros problemas de los bebés prematuros.
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