El virus sincitial respiratorio (su sigla en inglés es RSV) es la causa más frecuente de bronquiolitis (inflamación de la vías respiratorias inferiores) y neumonía en los bebés. Es una enfermedad que suele presentarse en brotes epidémicos anuales en diferentes comunidades, aulas escolares y guarderías. En Estados Unidos, el RSV es más frecuente durante los meses de invierno y principios de la primavera.
El RSV se transmite por las secreciones respiratorias a través del contacto directo con personas infectadas o con superficies u objetos contaminados. La infección puede producirse cuando el material infeccioso entra en contacto con las membranas de los ojos, la boca o la nariz, y probablemente también a través de la inhalación de partículas generadas por un estornudo o la tos. El período de incubación (tiempo desde la exposición al virus hasta la aparición de los síntomas de la enfermedad) es de aproximadamente entre dos y cinco días.
El RSV puede afectar a personas de todas las edades, aunque los síntomas graves suelen darse solo en los primeros meses de vida. La mayoría de los bebés se han infectado al menos una vez para cuando cumplen dos años de edad. Los bebés también pueden infectarse más de una vez. La recurrencia a lo largo de la vida es común. Los bebés prematuros o que tienen una enfermedad pulmonar crónica corren un riesgo mayor de desarrollar enfermedades más graves.
En los bebés prematuros o que tienen ciertas enfermedades cardíacas, pulmonares o neuromusculares, la infección con el virus puede provocar enfermedades respiratorias graves, neumonía e incluso puede convertirse en una amenaza para la vida del bebé. El RSV en los bebés puede estar relacionado con el posterior desarrollo de asma en la niñez.
La primera etapa del virus sincitial respiratorio en los bebés y los niños pequeños suele ser leve, similar a un resfriado. En los niños menores de tres años, la enfermedad puede avanzar hacia las vías respiratorias inferiores y provocar tos y silbidos. En algunos, la infección avanza hasta volverse una enfermedad respiratoria grave que requiere hospitalización para ayudar a que el niño respire.
A continuación se enumeran los síntomas más comunes del virus sincitial respiratorio. Sin embargo, cada bebé puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
goteo nasal
fiebre
tos
apnea (períodos sin respiración)
dificultades para comer, beber o tragar
silbidos
ensanchamiento de las fosas nasales o esfuerzo del pecho o el estómago al respirar
respiración rápida
color azulado alrededor de los labios y las puntas de los dedos
Los síntomas del virus sincitial respiratorio pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Siempre consulte al médico de su bebé para obtener un diagnóstico.
En algunos casos, el diagnóstico resulta difícil de determinar dado que los síntomas del RSV se asemejan a los de otras infecciones. Las claves para obtener un diagnóstico pueden encontrarse en alguna enfermedad de los miembros de la familia, en los demás bebés que se encuentran en la sala de recién nacidos del hospital o en la época del año. Además del examen físico y los antecedentes médicos completos, un análisis de las secreciones respiratorias del bebé (hisopado nasal o lavado nasal) puede determinar la presencia del virus.
El tratamiento específico para el RSV será determinado por el médico de su bebé según lo siguiente:
la edad de su bebé, su estado general de salud y los antecedentes médicos
la gravedad del trastorno
la tolerancia de su bebé a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
las expectativas respecto de la evolución del trastorno
su opinión o preferencia
No existen medicamentos para tratar el virus en sí. El cuidado de un bebé con RSV implica el tratamiento de los efectos que tiene el virus sobre su aparato respiratorio. Debido a que la causa de esta enfermedad es un virus, los antibióticos no son eficaces. El tratamiento puede incluir:
oxígeno suplementario
líquidos por vía endovenosa (para evitar la deshidratación)
alimentación por sonda (si el bebé tiene dificultades para succionar)
medicamentos broncodilatadores (para mantener las vías respiratorias abiertas, aunque estos rara vez son efectivos en la bronquiolitis)
medicamentos antivirales (para los bebés muy enfermos o de alto riesgo)
La American Academy of Pediatrics (AAP, Academia Estadounidense de Pediatría) recomienda que se administre un medicamento llamado palivizumab a los bebés con alto riesgo de contraer RSV. Pregúntele al proveedor de atención médica si su hijo tiene riesgo alto de contraer RSV. Pregúntele también acerca de las inyecciones mensuales que pueden aplicarse durante la temporada de RSV para ayudar a prevenir la enfermedad.
A fin de reducir el riesgo de tener RSV y otras infecciones virales, la AAP recomienda que todos los bebés, en especial los prematuros, sean alimentados con leche materna, no se expongan al humo, eviten los entornos de guardería donde hay muchos niños durante la primera temporada de invierno y eviten el contacto con personas enfermas. La AAP también recomienda que las demás personas que viven en la misma casa se apliquen la vacuna antigripal.
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