Antes de su Próximo Embarazo

¿Qué puede hacer antes de su próximo embarazo (y durante el embarazo) para reducir la posibilidad de anomalías congénitas?

Si está planificando quedar embarazada, puede tomar ciertas medidas para ayudar a disminuir los riesgos para usted y su bebé. Gozar de buena salud antes de decidir quedar embarazada es casi tan importante como mantener el cuerpo sano durante el embarazo.

Las primeras semanas son fundamentales en el desarrollo de un bebé. Sin embargo, muchas mujeres no se dan cuenta de que están embarazadas hasta varias semanas después de la concepción. Planificar con anticipación y cuidar su cuerpo antes de quedar embarazada es lo mejor que puede hacer por usted y su bebé.

Uno de los pasos más importantes en la preparación para un embarazo sano es un examen previo (que suele llamarse "cuidado previo a la concepción") realizado por su profesional de la salud antes de que quede embarazada. Una consulta médica previa a la concepción incluye evaluaciones de su estado de salud general y la identificación de posibles factores de riesgo que podrían complicar el embarazo. Las mujeres pueden recibir consejos y tratamiento para ciertas afecciones, como la diabetes o la insuficiencia cardíaca, que pueden cambiar durante el embarazo. Si se prepara con anticipación, puede encontrarse en óptimo estado de salud antes de quedar embarazada. Un examen previo a la concepción puede incluir alguna de las siguientes cosas, o todas ellas:

  • Antecedentes médicos familiares. Una evaluación de los antecedentes médicos maternos y paternos para determinar si algún miembro de la familia tuvo alguna afección, tal como presión arterial alta, diabetes o anomalías del desarrollo.

  • Pruebas genéticas. Una evaluación de posibles trastornos genéticos, ya que varios trastornos genéticos pueden heredarse, como la anemia drepanocítica (un trastorno sanguíneo grave que se presenta principalmente en afroamericanos) o la enfermedad de Tay-Sachs (un trastorno nervioso caracterizado por un retardo mental y físico progresivo que se presenta principalmente en personas de origen judío de Europa oriental). Algunos trastornos genéticos pueden detectarse mediante análisis de sangre antes del embarazo.

  • Antecedentes médicos personales. Una evaluación de sus antecedentes médicos personales para determinar si existe alguna de las siguientes condiciones:

    • Afecciones que puedan requerir cuidados especiales durante el embarazo.. Entre ellas, se incluyen la epilepsia, diabetes, presión arterial alta, anemia y alergias.

    • Cirugías previas.

    • Embarazos anteriores. En este punto, se incluye el número de embarazos, la duración (gestación), complicaciones y pérdidas de embarazos.

  • Vacunación. Una evaluación de vacunas actuales para determinar la inmunidad a la rubéola, en particular, dado que si se contrae esta enfermedad durante el embarazo, puede producirse un aborto espontáneo o el bebé puede tener anomalías de nacimiento. Si una mujer no está vacunada contra la rubéola, es posible que se le administre la vacuna un mes antes de la concepción para inmunizarla.

  • Exámenes para la detección de infecciones.. Estos exámenes se realizan para determinar si una mujer tiene una infección de transmisión sexual o una infección en las vías urinarias (u otro tipo de infección) que podría ser perjudicial para el feto y para la madre.

Reducción del riesgo de complicaciones

Existen otras medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de complicaciones y para ayudar a prepararse para un embarazo y parto sanos. Algunas de esas medidas son las siguientes:

  • Dejar de fumar. Si fuma, deje de hacerlo ahora mismo. Se ha demostrado mediante estudios que los bebés hijos de madres fumadoras tienden a nacer de forma prematura y a tener bajo peso al nacer; además, es más probable que padezcan la muerte súbita del lactante (SIDS, por su sigla en inglés) o que mueran dentro del útero. Asimismo, es más probable que las mujeres que se exponen al humo de otros fumadores tengan bebés con bajo peso al nacer.

  • Alimentación adecuada. Comer de manera balanceada antes del embarazo y durante su transcurso no solo es bueno para la salud general de la madre, sino esencial para nutrir al feto.

  • Peso y ejercicio apropiados. Es importante realizar ejercicio regularmente y mantener un peso apropiado antes del embarazo y durante su transcurso. Las mujeres con sobrepeso pueden tener problemas de salud, tales como presión arterial alta y diabetes. Las mujeres que tienen un peso más bajo que el normal pueden tener bebés con bajo peso al nacer.

  • Tratamiento médico (de afecciones preexistentes). Es importante controlar cualquier problema médico actual o preexistente, como la diabetes o la presión arterial alta.

  • Prevención de anomalías congénitas. Tome 400 microgramos (0,4 mg) de ácido fólico cada día, un nutriente que se encuentra en las verduras de hojas verdes, frutos secos, frutas cítricas, cereales fortificados para el desayuno y algunos suplementos de vitaminas. El ácido fólico puede ayudar a reducir el riesgo de anomalías congénitas del cerebro y la médula espinal (también llamados "defectos del tubo neural"). Si tiene antecedentes familiares de espina bífida, cardiopatías congénitas (defectos del corazón presentes en un recién nacido), labio leporino o hendidura del paladar, su profesional de la salud puede prescribirle más ácido fólico basándose en esos antecedentes.

  • Evitar exponerse al alcohol y las drogas durante el embarazo. Asegúrese de informarle a su profesional de la salud acerca de cualquier medicamento (de venta bajo receta o de venta libre) y cualquier suplemento a base de hierbas que tome actualmente, ya que puede tener efectos adversos en el feto en desarrollo.

  • Evitar la exposición a sustancias nocivas. Las mujeres embarazadas deben evitar la exposición a sustancias químicas y tóxicas (por ejemplo, el plomo y los pesticidas). Si es necesario desde el punto de vista médico, está bien realizarse algunas radiografías durante el embarazo. La exposición a altos niveles de algunos tipos de radiación y a ciertas sustancias químicas y tóxicas puede tener efectos adversos en el feto en desarrollo.

  • Control de las infecciones. Las mujeres embarazadas deben evitar ingerir carne poco cocinada y huevos crudos. Además, las mujeres embarazadas deben evitar todo contacto y exposición a las heces y a las piedritas higiénicas de los gatos, ya que pueden contener un parásito llamado "toxoplasma gondii" que causa toxoplasmosis. Otras fuentes de infección son los insectos (por ejemplo, las moscas) que han estado en contacto con las heces de un gato, y deben evitarse durante el embarazo. La toxoplasmosis puede causar una enfermedad grave en el feto, o la muerte. Una mujer embarazada puede reducir el riesgo de infección si evita todas las posibles fuentes de infección. Un análisis de sangre antes del embarazo o durante su transcurso permite determinar si una mujer ha estado expuesta al parásito toxoplasma gondii.

  • Vitaminas diarias. Comience a tomar un suplemento prenatal diario de vitaminas, según la prescripción de su profesional de la salud, para asegurarse de que su cuerpo reciba todos los nutrientes y vitaminas que necesita para alimentar a un bebé sano.

  • Reconocer la violencia doméstica. Las mujeres que reciben malos tratos antes del embarazo pueden correr el riesgo de ser más maltratadas durante el embarazo. Su profesional de la salud puede ayudarle a encontrar recursos comunitarios, sociales y legales que le ayuden a hacer frente a la violencia doméstica.