La VUP es una anomalía de la uretra, el conducto que drena la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo para su eliminación. La anomalía se produce cuando las válvulas uretrales, que son pequeñas hojuelas de tejido, presentan una abertura estrecha y en forma de hendidura que impide parcialmente la salida del flujo de orina. El resultado es el reflujo, que puede afectar a todos los órganos de las vías urinarias, que incluyen la uretra, la vejiga, los uréteres y los riñones. Los órganos de las vías urinarias se congestionan con orina y se inflaman, lo que daña los tejidos y las células. El grado de obstrucción del flujo urinario hacia el exterior determinará la gravedad de los problemas de las vías urinarias.
Las VUP constituyen la causa más común de los tipos más graves de obstrucción de las vías urinarias en niños. Se cree que aparecen en las primeras etapas del desarrollo fetal. La anomalía afecta solo a los bebés varones, y se produce en aproximadamente uno de cada 8.000 nacimientos. En general, este trastorno es esporádico (ocurre al azar). Sin embargo, se han presentado algunos casos en mellizos y hermanos, lo que supondría un componente genético.
El síndrome puede tener varios grados, de leve a severo. A continuación se enumeran los síntomas más comunes de las válvulas de uretra posterior. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de forma diferente. Entre los síntomas más comunes se incluyen los siguientes:
Una vejiga dilatada, que puede detectarse a través del abdomen como una masa de gran tamaño
Infección de las vías urinarias (en general, son poco comunes en niños menores de 5 años y poco probables en varones de cualquier edad, a menos que exista una obstrucción).
Dolor al orinar
Micción pobre
Frecuencia urinaria
Incontinencia (mojar los pantalones) nocturna o diurna una vez que el niño ya ha aprendido a usar el baño
Aumento de peso escaso
Dificultad para orinar
Los síntomas de las válvulas de uretra posterior pueden parecerse a los de otras enfermedades o problemas médicos. Siempre consulte al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
La gravedad de la obstrucción es la que a menudo determina cómo se efectúa el diagnóstico. Con frecuencia, las válvulas de uretra posterior pasa se diagnostican mediante una ecografía realizada durante el embarazo. Los niños diagnosticados con posterioridad suelen haber desarrollado infecciones de las vías urinarias que requieren una evaluación por parte del médico. Esto puede instar al médico a realizar otros estudios de diagnóstico, que pueden incluir los siguientes:
Ecografía abdominal. Técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza ondas de sonido de alta frecuencia y una computadora para crear imágenes de los vasos sanguíneos, tejidos y órganos. Los ultrasonidos se utilizan para visualizar los órganos internos mientras trabajan, y para evaluar el flujo sanguíneo a través de los diferentes vasos.
Cistouretrograma miccional (VCUG, por sus siglas en inglés). Una radiografía específica que examina el tracto urinario. Se introduce un catéter (tubo hueco) en la uretra (conducto que conduce la orina de la vejiga al exterior del cuerpo) y la vejiga se llena de un colorante líquido. Se tomarán imágenes radiográficas a medida que la vejiga se llena y vacía. Las imágenes mostrarán si existe reflujo urinario hacia los uréteres y los riñones.
Endoscopía. Procedimiento en el que se utiliza un tubo pequeño y flexible con una luz y una lente de cámara en el extremo (endoscopio) para examinar la parte interna de las vías urinarias. También pueden obtenerse muestras de tejido del interior de las vías urinarias para realizar exámenes y pruebas.
Exámenes de sangre. Para evaluar los niveles de electrolitos de su hijo y determinar la función renal.
El médico determinará el tratamiento específico basado en lo siguiente:
Edad, estado de salud general e historia clínica del niño
Gravedad de la anomalía
Tolerancia de su hijo a medicamentos, procedimientos o terapias específicos
Expectativas para la evolución de la anomalía
Su opinión o preferencia
El tratamiento depende de la causa de la enfermedad. El tratamiento puede incluir lo siguiente:
Cuidados de apoyo. Al principio, el tratamiento se centrará en aliviar los síntomas de su hijo. Si su hijo padece una infección de las vías urinarias, está deshidratado o presenta irregularidades en los electrolitos, se tratarán primero estos trastornos. Es posible que se coloque un catéter (pequeño tubo hueco que se inserta en el orificio del pene, pasa por la uretra y llega a la vejiga) en la vejiga de su hijo. También es posible que él reciba una terapia con antibióticos y líquidos por vía intravenosa (IV, por sus siglas en inglés).
Ablación endoscópica. Tras recibir atención primaria, es posible que su hijo deba consultar a un urólogo (médico especializado en los trastornos y el cuidado de las vías urinarias y el aparato genital masculino). El urólogo puede realizar un procedimiento denominado "ablación endoscópica". Durante el mismo, el urólogo insertará un endoscopio, que consiste en un pequeño tubo flexible con una luz y una lente de cámara en el extremo. Con este tubo examinará la obstrucción y extirpará (extraerá) las válvulas mediante una pequeña incisión.
Cistostomía. En ciertas situaciones, puede ser necesario utilizar otro procedimiento denominado cistostomía. Una cistostomía es una pequeña abertura practicada en la vejiga a través del abdomen. En general, esta abertura se repara posteriormente, cuando las válvulas puedan cortarse con mayor seguridad.
Casi el 30 por ciento de los niños con VUP pueden padecer una insuficiencia renal a largo plazo que deberá ser atendida. El pronóstico de las VUP mejora cuando su detección es precoz.
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