Otitis media (infección del oído medio)

¿Qué es la otitis media?

 

La anatomía del oído
Haga clic en la imagen para ampliarla

 

La otitis media (OM) es una inflamación en el oído medio que puede producirse como consecuencia de un resfrío, un dolor de garganta o una infección respiratoria.

Datos acerca de la otitis media

  • Más de 80 por ciento de los niños padecen al menos un episodio de otitis media antes de los 3 años de edad.

  • La otitis media también puede afectar a los adultos, aunque es una afección que se da principalmente en los niños.

¿Quiénes corren riesgo de tener infecciones de oído?

Aunque cualquier niño puede desarrollar una infección de oído, a continuación se enumeran algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de que su hijo sufra este tipo de infección:

  • convivencia con un fumador

  • antecedentes familiares de infecciones de oído

  • sistema inmunológico deficiente

  • asistencia a una guardería

  • ausencia de lactancia materna

  • un resfriado

  • alimentarse con el biberón mientras está acostado boca arriba

¿Cuáles son las causas de la otitis media?

Generalmente, las infecciones del oído medio se producen como resultado de un funcionamiento deficiente de la trompa de Eustaquio, conducto que une el oído medio con la zona de la garganta y que ayuda a equilibrar la presión entre el oído externo y el oído medio. Si este conducto no funciona de manera apropiada, no se produce el drenaje normal de líquido del oído medio, que tiene como consecuencia la acumulación de este líquido detrás del tímpano. Esto favorece el desarrollo de bacterias y virus en el oído, los cuales pueden causar una otitis media aguda. Entre algunas de las razones por las que la trompa de Eustaquio puede no funcionar correctamente se incluyen las siguientes:

  • resfriado o alergia, que puede conducir a la hinchazón y congestión del recubrimiento de la nariz, la garganta y la trompa de Eustaquio (esta hinchazón impide el flujo normal de líquidos)

  • malformación de la trompa de Eustaquio

¿Cuáles son los distintos tipos de otitis media?

Los distintos tipos de otitis media incluyen los siguientes:

  • Otitis media aguda (su sigla en inglés es AOM). La infección del oído medio se produce abruptamente y provoca hinchazón y enrojecimiento. El líquido y el moco quedan atrapados dentro del oído y causan fiebre, dolor de oído y pérdida de la audición en el niño.

  • Otitis media supurativa (su sigla en inglés es OME). El líquido (supuración) y el moco siguen acumulándose en el oído medio después que disminuye la infección inicial. El niño puede experimentar pérdida de la audición y la sensación de tener el oído colmado.

  • Otitis media crónica supurativa (su sigla en inglés es COME). El líquido permanece en el oído medio por un período prolongado o regresa una y otra vez, aunque no hay infección. Puede provocar dificultades para combatir nuevas infecciones, y pérdida auditiva.

¿Cuáles son los síntomas de la otitis media?

A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la otitis media. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:

  • irritabilidad inusual

  • dificultad para dormir o permanecer dormido

  • tironearse de una o ambas orejas

  • fiebre

  • supuración de líquido de uno o ambos oídos

  • pérdida del equilibrio

  • dificultades auditivas

  • dolor de oídos

 

Los síntomas de la otitis media pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Siempre consulte al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la otitis media?

Además del examen físico y los antecedentes médicos completos, el médico de su hijo examinará los oídos externos y tímpanos del niño con un otoscopio, instrumento provisto de una luz que le permite ver dentro del oído. Un otoscopio neumático echa un soplo de aire en el oído para analizar el movimiento del tímpano.

La timpanometría es un examen que puede realizarse en la mayoría de los consultorios médicos y que ayuda a determinar el funcionamiento del oído medio. No define si el niño oye o no, pero facilita la detección de cualquier cambio en la presión del oído medio. Es un examen difícil de realizar en niños pequeños ya que deben permanecer inmóviles y no llorar ni hablar.

Los niños que tienen infecciones del oído frecuentes pueden someterse a un examen de la audición.

Tratamiento para la otitis media

El tratamiento específico para la otitis media será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente:

  • la edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos

  • la gravedad del trastorno

  • la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias

  • las expectativas respecto de la evolución del trastorno

  • su opinión o preferencia

El tratamiento puede incluir:

  • medicamento con antibióticos orales o gotas para el oído

  • medicamentos (para el dolor)

Si el líquido permanece en los oídos durante más de tres meses, el médico de su hijo puede sugerir la colocación de pequeños tubos en ellos. Este procedimiento quirúrgico, llamado miringotomía, consiste en realizar una pequeña abertura en el tímpano para drenar el líquido y aliviar la presión del oído medio. Se coloca un pequeño tubo en la abertura del tímpano para ventilar el oído medio e impedir la acumulación de líquido. Una vez que se drena el líquido, el niño recupera la audición. Los tubos normalmente se caen por sí solos entre seis y doce meses después de su colocación.

El cirujano de su hijo también puede recomendar la extirpación de las adenoides (tejido linfático situado en el espacio por encima del paladar blando de la boca, también llamado nasofaringe) si están infectadas. Este procedimiento ha demostrado resultar beneficioso para algunos niños con otitis media.

Consulte con el médico de su hijo acerca de las opciones de tratamiento, el cual dependerá del tipo de otitis media.

¿Cuáles son los efectos de la otitis media?

Además de los síntomas enumerados anteriormente, la otitis media no tratada puede dar como resultado todos o alguno de los siguientes trastornos:

  • infección que se propaga a otras partes de la cabeza

  • pérdida permanente de la audición

  • problemas con el habla y el desarrollo del lenguaje