Nutrición y líquidos

Nutrición para los bebés en la UNCI

Alimentar a los bebés en la UNCI es un poco diferente a alimentar bebés saludables. Cuando los bebés están enfermos o son prematuros, no están lo suficientemente bien para tomar el pecho o alimentarlos con un biberón. Los bebés prematuros no son capaces de succionar de manera efectiva, o sus tractos gastrointestinales no son lo suficientemente maduros para digerir la alimentación. Los bebés que son médicamente inestables son incapaces de alimentarse regularmente. Los bebés con catéteres umbilicales y aquellos que necesitan ayuda para respirar, como un ventilador mecánico, quizá no puedan alimentarse debido al riesgo de aspiración (inhalar comida hacia los pulmones).

Líquidos intravenosos (IV) e hiperalimentación

Muchos bebés en la UNCI reciben líquidos esenciales y electrolitos a través de un catéter en la vena llamado IV. Algunos bebés podrían necesitar una preparación especial llamada hiperalimentación parenteral, que contiene nutrientes que necesitan hasta que son capaces de alimentarse con leche.

Los contenidos de los líquidos IV y la hiperalimentación son cuidadosamente calculados para cada bebé. Las calorías, proteínas, grasas y electrolitos incluyendo sodio, potasio, cloruro, magnesio y calcio son componentes muy importantes. Los bebés necesitan calorías, proteínas y grasas para un crecimiento y desarrollo adecuado. Los líquidos, electrolitos y vitaminas con necesarios para un funcionamiento correcto de los sistemas del cuerpo.

Los análisis de sangre ayudan a determinar qué cantidad de cada componente necesita un bebé y, por consiguiente, la cantidad de cada nutriente puede aumentar o disminuir. El peso diario y registrar la orina del bebé también ayuda a verificar las necesidades de los líquidos.

Control del electrolito y los niveles sanguíneos de su bebé

Algunos bebés tienen demasiado o muy poca cantidad de ciertos electrolitos y otros componentes en la sangre. Como resultado, algunos de los problemas comunes incluyen lo siguiente:

  • Hipernatremia. Grandes cantidades de sodio (sal) en la sangre.

  • Hiperpotasiemia. Grandes cantidades de potasio en la sangre; se puede diagnosticar en el análisis de sangre o por cambios en los patrones de frecuencia cardíaca del bebé.

  • Hiperglucemia. Grandes cantidades de glucosa (azúcar) en la sangre; se diagnostica en los análisis de sangre, generalmente realizados en el talón; algunos bebés podrían necesitar insulina para controlar los altos niveles de glucosa.

  • Hipoglucemia. Bajo nivel de azúcar en sangre; generalmente tratado con líquidos IV que contienen dextrosa (otra forma del azúcar).

  • Hipocalcemia. Bajos niveles de calcio en la sangre; generalmente tratada con calcio en líquidos IV.

Cómo determinar si su bebé está preparado para la alimentación con leche

Una vez que la condición de su bebé se estabiliza, se verifica la preparación para la alimentación con leche.
Los bebés necesitan:

  • Mostrar signos de succión

  • Tener sonidos activos del intestino

  • Haber defecado meconio (primeras deposiciones del bebé)

  • No tener signos de distensión o infección abdominal

La mayoría de los bebés mayores a las 28 semanas de gestación tienen tractos digestivos suficientemente maduros para la alimentación con leche. Una vez que el bebé se está alimentando bien con leche y aumentando de peso, se pueden reducir los líquidos intravenosos (IV) y la hiperalimentación.

Los bebés enfermos pueden no ser lo suficientemente fuertes para succionar efectivamente. Los bebés prematuros pueden no ser físicamente lo suficientemente maduros para coordinar la succión, deglución y respiración o pueden ser muy débiles para succionar por largos periodos de tiempo. Los chupetes especiales diseñados para los bebés prematuros generalmente se utilizan para enseñarles cómo succionar adecuadamente antes de que comiencen a amamantar o tomar el biberón.

Alimentar a su bebé en la UNCI

A continuación se enumeran algunas maneras de alimentar a los bebés en la UNCI:

  • Alimentación por sonda. Los bebés prematuros, especialmente aquellos menores de 32 a 34 semanas de gestación, no pueden ser alimentados con el pecho o biberón. Se puede necesitar la alimentación por sonda hasta que el bebé aprenda a succionar efectivamente. Para la alimentación por sonda, se coloca un pequeño tubo en el orificio nasal o boca del bebé y se introduce hasta el estómago. El tubo se extrae ocasionalmente, pero puede dejarse en su lugar si las alimentaciones son frecuentes.

    Al principio, las pequeñas cantidades de leche materna o fórmula se administran a través del tubo de alimentación. Como el tamaño del estómago es muy reducido, los bebés muy pequeños pueden ser alimentados utilizando una bomba que administre la leche lentamente en pequeñas cantidades Mientras los bebés crecen, son capaces de tomar, de manera gradual, grandes cantidades en cada alimentación.

    Antes de cada alimentación por tubo, se verifica si el bebé tiene residuos, la cantidad de leche restante en el estómago de la última alimentación. Si la cantidad de residual es demasiada, significa que el bebé no está digiriendo bien la comida.

  • Alimentación con pezón. La lactancia o alimentación con biberón puede comenzar tan pronto como los bebés estén estables y sean capaces de succionar efectivamente. Su bebé puede comenzar la alimentación con pezón mientras aún se alimenta mediante la sonda. Incluso si un bebé es capaz de alimentarse con el pezón, es probable que le resulte agotador. A medida que aumenta la cantidad, su bebé puede alimentarse por pezón, es posible disminuir la cantidad en la alimentación por sonda.

Los beneficios de la leche materna

La leche materna es la leche preferida de todos los bebés, incluso los bebés más prematuros. Contiene todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo. Aunque las fórmulas de leche comerciales son diseñadas para ser similares a la leche materna, la mayoría se basan en la leche vacuna. Las grasas en la leche materna son más fáciles de digerir. La fórmula se digiere más lentamente que la leche materna y puede no ser bien tolerada. Además, la leche materna contiene anticuerpos de la madre para ayudar a proteger a los bebés de infecciones, algo que las fórmulas comerciales no tienen. Esta protección es especialmente importante cuando los bebés están enfermos o son prematuros y tienen grandes posibilidades de desarrollar una infección.

Los bebés muy prematuros pueden necesitar el agregado de fortificadores de leche humana a la leche materna para satisfacer su mayor demanda de proteína, calcio y fósforo. Incluso si su bebé no puede ser amamantado, usted puede extraer su leche y almacenarla para la alimentación por sonda o por pezón. Según la cantidad de leche necesaria para las alimentaciones, quizá sea necesario suplementar la leche materna con leche de fórmula.

Los especialistas en lactancia certificados ("IBCLC", por sus siglas en inglés) son enfermeras u otros médicos que están especialmente capacitados para ayudar a las mujeres con el amamantamiento. En la UNCI, estos profesionales pueden instruirlo con las técnicas adecuadas para amamantar a su bebé. También pueden enseñarle cómo extraer leche con sacaleche y almacenarla para su bebé.