La miastenia gravis es una compleja enfermedad autoinmune. Hace que los anticuerpos destruyan las conexiones entre los músculos y los nervios. Esto provoca debilidad y cansancio en los músculos.
Sólo alrededor de 20 de cada 100.000 personas sufren esta enfermedad. En las personas jóvenes, la miastenia gravis se da más frecuentemente en mujeres que en hombres. Algunas personas sólo tienen debilidad en los músculos de los ojos. Otras, en la cara, los brazos y las piernas.
La miastenia gravis puede ser especialmente preocupante durante el embarazo. Algunas mujeres que sufren esta enfermedad tiene problemas para respirar (crisis miasténica) cuando están embarazadas. En otras mujeres, la enfermedad puede entrar en remisión. Esto se da cuando algunos o todos los síntomas desaparecen. El embarazo no parece empeorar la enfermedad.
La miastenia gravis es una enfermedad autoinmune. Esto significa que el cuerpo produce anticuerpos para atacar a sus propios tejidos. Las personas tienen miastenia gravis cuando el sistema inmunológico de su cuerpo ataca las conexiones de las células de los nervios y los músculos. No queda claro porqué las personas tienen enfermedades autoinmunes. Es probable que se trate de una mezcla de genes, cosas en el medio ambiente y alergias.
El síntoma principal de la miastenia gravis es la debilidad muscular. Los músculos se debilitan con la actividad y mejoran con el descanso. Los músculos afectados suelen ser los de los ojos, la cara, la mandíbula, el cuello, los brazos, las piernas y los que se utilizan para respirar. Las personas se sienten muy cansadas. Las mujeres embarazadas que tienen miastenia gravis suelen experimentar más debilidad y estar más cansadas. Esto se debe al peso y al esfuerzo que se agregan en el embarazo. Algunas mujeres que se sienten muy débiles y cansadas pueden tener una crisis miasténica. Los músculos respiratorios no funcionan adecuadamente y eso les provoca una insuficiencia respiratoria. El síntoma principal de la crisis miasténica es que aumenta la dificultad para respirar. Es más probable que sufra una crisis miasténica durante el trabajo de parto.
El diagnóstico de miastenia gravis comienza con una revisión de su historia clínica y un examen físico, que incluye un examen del sistema nervioso. Su proveedor de atención médica diagnosticará miastenia gravis examinando la fuerza muscular y el funcionamiento de los nervios.
Las pruebas abarcan:
Pruebas para detectar determinados anticuerpos
Pruebas de conducción nerviosa.
Una electromiografía (EMG) para comprobar las conexiones entre nervios y músculos
Puede que necesite más pruebas para descartar otras enfermedades con síntomas similares.
El tratamiento dependerá de la gravedad de la enfermedad. Puede incluir esteroides y medicamentos para suprimir el sistema inmunitario.
Si está embarazada y padece miastenia gravis necesitará un control más estricto. Cabe la posibilidad de que tenga que ver a su proveedor de atención médica con más frecuencia.
Quizás deba:
Cambiar el tipo de medicamento que toma y la dosis
Evitar el estrés físico y emocional
Estar atenta a los signos de una crisis miasténica
Posiblemente también tenga que hacer:
Una ecografía (ultrasonido). Este estudio por imágenes usa ondas de sonido de alta frecuencia y una computadora para producir imágenes de los vasos sanguíneos, los tejidos y los órganos. Su médico utiliza la ecografía para ver los órganos y el flujo de sangre que pasa por los vasos sanguíneos y para observar el crecimiento del bebé en desarrollo.
Un monitoreo fetal. Se utiliza para buscar signos de debilidad muscular que puedan mostrar que el feto tiene miastenia gravis.
Otras pruebas fetales. Por ejemplo, ecografías Doppler para controlar el flujo sanguíneo en el útero y el cordón umbilical. Su proveedor de atención médica también observará si aparecen signos de preeclampsia o problemas de crecimiento del feto.
Si obtiene atención prenatal temprana y trabaja junto con sus proveedores de atención médica para controlar la enfermedad, puede aumentar las posibilidades de tener un embarazo saludable.
Las principales complicaciones de la miastenia gravis son la crisis miasténica y la falla respiratoria, aún cuando no esté embarazada.
Sin embargo, cuando está embarazadas, existen otras preocupaciones. Las siguientes complicaciones del embarazo pueden ser más frecuentes si tiene miastenia gravis:
Trabajo de parto antes de término. Empieza antes de las 37 semanas del embarazo. Se puede deber a determinados medicamentos que se utilizan para tratar la miastenia gravis.
Dificultades en el parto. La miastenia gravis no afecta los músculos del útero. Sin embargo, los músculos que se necesitan para pujar pueden estar comprometidos. Esto puede hacer que sea más necesario un nacimiento asistido por vacío o con fórceps.
Bebé con miastenia gravis. Entre el 12% y el 20% de los bebés que nacen de mujeres con miastenia gravis pueden tener la forma infantil de la enfermedad (miastenia gravis neonatal). Esto sucede cuando los anticuerpos comunes de la miastenia gravis cruzan la placenta y llegan al feto. Estos bebés pueden ser débiles, succionar con poca fuerza y tener problemas respiratorios. La afección suele ser temporal y durar sólo unas pocas semanas.
Las mujeres con miastenia gravis no deben utilizar el medicamento sulfato de magnesio. Este medicamento se usa comúnmente para tratar la presión arterial alta y el trabajo de parto prematuro. Bloquea las conexiones entre nervios y músculos y pueden debilitar los músculos mucho más.
Comuníquese con su proveedor de atención médica si sus síntomas regulares cambian o si su debilidad o cansancio se agravan. Si comienza a tener problemas para respirar, es posible que sea el comienzo de una crisis miasténica. Busque atención médica de inmediato.
La miastenia gravis es una compleja enfermedad autoinmune. Hace que los anticuerpos destruyan las conexiones entre los músculos y los nervios. Esto provoca debilidad y cansancio en los músculos.
La miastenia gravis puede ser especialmente preocupante durante el embarazo. También puede hacer que las complicaciones sean más probables.
Si tiene miastenia gravis cuando está embarazada, necesitará un control minucioso.
Si obtiene atención prenatal temprana y trabaja junto con sus proveedores de atención médica para controlar la enfermedad, puede aumentar las posibilidades de tener un embarazo saludable.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita a su proveedor de atención médica:
Tenga en mente la razón de su visita y qué desea que suceda.
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
Lleve a alguien con usted para que le ayude a hacer las preguntas y para que recuerde lo que el proveedor de atención médica le dice.
En la visita, escriba el nombre de un diagnóstico nuevo y de todos los medicamentos, tratamientos o análisis nuevos. Además, escriba todas las instrucciones nuevas que le dé su proveedor de atención médica.
Pregunte por qué se indica un medicamento o tratamiento nuevo, y cómo le ayudará. Además, consulte cuáles serán los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otras maneras.
Infórmese de por qué se recomienda un análisis o procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Consulte qué puede ocurrir si usted no toma el medicamento o no se hace el análisis o procedimiento.
Si tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo comunicarse con su proveedor de atención médica si tiene preguntas.
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