Paperas es una enfermedad viral altamente contagiosa que generalmente se presenta en la niñez, pero que se puede contraer a cualquier edad. Las paperas infectan las glándulas parótidas (un par de glándulas salivales). Uno de los síntomas de de paperas es hinchazón de la garganta y mandíbula.
Las paperas se contagian por contacto con fluidos de la boca, la nariz y la garganta cuando una persona tose, estornuda o habla. El virus también puede vivir en su perficies como perillas de puertas, utensilios para comer y latas de refrescos. Puede pasar a estos elementos cuando los usa una persona que tiene paperas. También se propaga cuando otra persona usa esos elementos y luego se frota la nariz o la boca. Generalmente la enfermedad tarda de dos a tres semanas en manifestarse.
Muchos niños son asintomáticos o presentan síntomas muy leves. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de las paperas. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Molestias en las glándulas salivares, especialmente en la zona de la mandíbula, que pueden inflamarse y dolorer. Algunos niños pueden tener dificultades para hablar y tener dolor de oídos.
Dificultad para comer y masticar
Fiebre
Dolores de cabeza
Dolores musculares
Cansancio
Pérdida del apetito
Los síntomas de las paperas pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas de salud. Consulte siempre al proveedor de atención médica de su hijo para obtener un diagnóstico.
Las complicaciones de las paperas ocurren más frecuentemente en adultos que en niños y pueden incluir:
Meningitis o enfefalitis. Inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal o inflamación del cerebro.
Orquitis. Inflamación del testículo, que causa dolor y sensibilidad en los testículos, y que en casos aislados deriva en problemas de fertilidad.
Mastitis. Inflamación y sensibilidad del tejido mamario.
Ooforitis. Inflamación del ovario, que puede causar dolor abdominal y vómitos.
Pancreatitis. Inflamación del páncreas.
Sordera
Además del examen y los antecedentes médicos completos, el proveedor de atención médica de su hijo también puede tomar una muestra de saliva o de orina o ambas para su cultivo y confirmar el diagnóstico.
El tratamiento específico para las paperas será determinado por el proveedor de atención médica de su hijo basándose en lo siguiente:
La edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
La gravedad de la afección
La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o tratamientos
Cuánto se cree que durará la enfermedad
Su opinión o preferencia
El tratamiento está limitado generalmente a la administración de medicamentos para aliviar el dolor y la ingestión abundante de líquidos. En ciertas ocasiones, el reposo en cama es necesario durante los primeros días.
Las vacunas contra las paperas (MMR) recibidas en la niñez (usualmente en combinación con la del sarampión y la rubéola) proporcionan inmunidad para la mayoría de las personas. Quienes han tenido paperas, adquieren inmunidad de por vida.
Generalmente la primera dosis de la vacuna MMR se administra cuando un niño cumple los 12 meses de edad, y se aplica una segunda dosis entre los cuatro y seis años. Sin embargo, si han pasado 28 días desde que se administró la primera dosis, se puede dar una segunda antes de cumplir los cuatro años.
Según los Centros para el Control y la Prenvención de Enfermedades ("CDC", por sus siglas en inglés), los niños no deben asisitir a la escuela hasta que los síntomas hayan desaparecido. Tanto los adultos como los niños que tengan síntomas deben minimizar el contacto con otras personas de su casa. Una buena higiene básica, como el lavado de manos a conciencia, estornudar o toser en un pañuelo de papel o en el pliegue del codo, y la limpieza regular de las superficies que se tocan frecuentemente, también son medidas importantes para evitar trasmitir la enfermedad.
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