Mentir y robar son comportamientos comunes pero inadecuados en niños en edad escolar. Si bien algunas formas de estos comportamiento pueden indicar un problema psicológico más grave, generalmente es un comportamiento común que se supera. Mentir y robar es más común en los niños que en las niñas, y ocurre con mayor frecuencia en niños de entre 5 y 8 años.
Cuando se confronta con un niño/una niña que miente, es importante primero recordar la edad y la etapa de desarrollo del niño o la niña. Los niños menores de 3 años no mienten a propósito. Los niños que pertenecen a este grupo no entienden lo que están diciendo y solo experimentan con el lenguaje y los datos que descubren del mundo. También pueden mentir para evitar ser castigados porque entienden las consecuencias pero no tienen un código de moral desarrollado. Los niños de 3 a 7 años suelen tener problemas para separar el mundo real de la fantasía. A esta edad, pueden tener amigos imaginarios y disfrutar de las historias de hadas y juegos de fantasía. Las mentiras que dicen los niños de esta edad son mayormente historias que inventan, no mentiras intencionales. Sin embargo, a la edad de 6 o 7 años, los niños entienden qué es mentir, pero continúan engañando si se los deja. Los niños de 6 a 12 años entienden qué es mentir y la naturaleza moralmente incorrecta de este comportamiento. Sin embargo, los niños pueden continuar mintiendo para probar las reglas y límites de los adultos. El niño o la niña puede admitir que dijo una mentira, pero generalmente tiene varias razones para haberlo hecho. Las reglas son muy importantes a esa edad, por lo que el engaño se convierte en algo menos importante.
Los niños mienten si las expectativas de sus padres son demasiado altas.
Los niños pueden mentir acerca de sus calificaciones si los padres creen que les va mejor en la escuela que lo que ocurre en realidad.
Si se le pregunta a un niño por qué se comportó mal, quizás mienta porque no puede explicar las acciones.
Los niños a quienes no se los corrige de forma coherente, pueden mentir.
Los niños que no reciben elogios y recompensas pueden mentir para obtener atención.
Existen muchas situaciones que pueden provocar preocupación. Si cualquiera de las siguientes situaciones se corresponde con su hijo/a, es importante que consulte con el pediatra:
Un niño o una niña que miente y al mismo tiempo tiene otros problemas de comportamiento, por ejemplo, incendia cosas, maltrata a los animales, tiene problemas para dormir o es muy hiperactivo/a, puede tener otros problemas psicológicos.
Los niños que mienten y no tienen muchos amigos o no quieren jugar en grupos pueden tener una baja autoestima y estar deprimidos.
Los niños mienten para obtener algo de otra persona y no muestran signos de pesar.
El robo suele provocar más preocupación a los padres porque puede ocurrir fuera de la casa y afectar a otras personas. Durante la edad escolar, robar puede ser un signo de un problema, pero también puede ser resultado de la presión de los pares y la necesidad del niño de ser aceptado. Es importante evaluar toda la situación. Los niños menores de 3 años toman las cosas porque no entienden totalmente la diferencia entre lo que es "mío" y lo que no lo es. Luego pueden ser posesivos de sus cosas y protegerlas. No roban con malas intenciones. Los niños entre 3 y 7 años comienzan a respetar las cosas que pertenecen a otras personas. Sin embargo, este grupo intercambiará la posesión de algo sin importar el valor si desean obtener otra cosa. El respeto por la propiedad continúa en el niño en edad escolar. Para cuando el niño tiene 9, debe respetar las posesiones de los demás y entiende que robar está mal. Los niños de este grupo pueden continuar robando por diferentes causas, entre ellas:
Pueden sentir presión de sus pares y la necesidad de adaptarse.
Pueden tener baja autoestima.
Pueden no tener amigos y pueden intentar "comprar" sus amigos.
Pueden intentar ser buenos en robar para sentirse orgullosos de algo que han hecho si no reciben comentarios positivos de sus padres.
Existen muchas situaciones que pueden provocar preocupación. Si cualquiera de las siguientes situaciones se corresponde con su hijo/a, es importante que consulte con el pediatra:
Si es un niño mayor y no se siente mal por robar
Un niño que roba constantemente
Si el niño también tiene otros problemas de conducta
Los niños mayores de 3 años deben corregirse con cualquier actitud de mentira o robo, pero es importante recordar que la mayor parte de estos comportamientos son parte de crecer y no representan problemas graves. Cada niño es único y debe consultarse al médico si tiene alguna duda.
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