La intolerancia a la lactosa se presenta cuando su cuerpo no puede descomponer o digerir la lactosa. La lactosa es un azúcar presente en la leche y en los productos lácteos.
La intolerancia a la lactosa se presenta cuando su intestino delgado no produce una cantidad suficiente de una enzima digestiva llamada lactasa. La lactasa descompone la lactosa de los alimentos para que su cuerpo pueda absorberla. Las personas que no toleran la lactosa tienen síntomas desagradables después de comer o beber leche o productos lácteos. Esos síntomas incluyen distensión, diarrea y gases.
La intolerancia a la lactosa no es lo mismo que tener alergia alimentaria a la leche.
La intolerancia a la lactosa es más común en los estadounidenses de origen asiático, los afroamericanos, los estadounidenses de origen mexicano y los nativos de Estados Unidos.
Tanto los niños como los adultos pueden volverse intolerantes a la lactosa. Las siguientes son algunas de las causas comunes de esta afección:
La intolerancia a la lactosa suele trasmitirse de padres a hijos (hereditaria). En esos casos, con el paso del tiempo, el cuerpo de una persona puede ir produciendo menos enzima lactasa. Los síntomas pueden presentarse durante la adolescencia o la adultez.
En algunos casos, el intestino delgado deja de producir lactasa después de una lesión o de una enfermedad o infección.
Algunos bebés que nacen demasiado pronto (bebés prematuros) tal vez no sean capaces de producir suficiente lactasa. Este suele ser un problema de corta duración que desaparece.
En casos muy poco frecuentes, algunos recién nacidos no pueden producir nada de lactasa desde el nacimiento.
Los síntomas pueden variar de una persona a otra. Generalmente comienzan en alrededor de 30 minutos a 2 horas después de que usted ingiere alimentos o bebidas que tienen lactosa.
Pueden incluir, por ejemplo:
Cólicos o dolor abdominal
Náuseas
Abdomen hinchado
Gases
Diarrea
La intensidad de sus síntomas dependerá de la cantidad de lactosa que haya consumido. También dependerá de cuánta lactasa produzca su cuerpo.
Los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden parecerse a los de otros problemas de salud. Siempre consulte a su proveedor de atención médica para estar seguro.
Su proveedor de atención médica hablará con usted sobre sus antecedentes de salud y los antecedentes de su familia. También le realizará un examen físico.
Es posible que le pida que usted no consuma leche ni productos lácteos por un tiempo breve para descubrir si sus síntomas mejoran.
También es posible que le hagan algunas pruebas para detectar la intolerancia a la lactosa, por ejemplo:
Análisis de tolerancia a la lactosa. Este análisis determina cómo absorbe la lactosa su sistema digestivo. Le pedirán que no coma ni beba nada durante unas ocho horas antes del análisis. Por lo general, eso significa no comer después de medianoche. Para la prueba, usted beberá un líquido que tiene lactosa. Se tomarán algunas muestras de sangre durante un período de dos horas. Con esas muestras se revisará su nivel de azúcar en la sangre (glucosa sanguínea). Si sus niveles de azúcar en la sangre no suben, es posible que usted no tolere la lactosa.
Prueba del aliento con hidrógeno. Usted beberá un líquido que tiene mucha lactosa. Se revisará su aliento varias veces. Si se detectan niveles altos de hidrógeno en su aliento, eso puede significar que usted no tolera la lactosa.
Análisis de acidez de las heces. Este análisis se usa para bebés y niños pequeños. Determina la cantidad de ácido en las heces. Si una persona no está digiriendo la lactosa, sus heces tendrán ácido láctico, glucosa y otros ácidos grasos.
No existe un tratamiento que pueda ayudar a su cuerpo a producir más lactasa. Sin embargo, usted puede manejar sus síntomas cambiando su dieta.
Antes se le decía a las personas que no toleraban la lactosa que dejaran de consumir productos lácteos. Ahora los expertos en salud sugieren que usted pruebe distintos productos lácteos para saber cuáles le causan menos síntomas. De esa forma, usted puede seguir obteniendo una cantidad suficiente de calcio y otros nutrientes importantes.
Los síntomas de intolerancia a la lactosa puede ser desagradables, pero no le harán daño. Así que trate de encontrar productos lácteos que no le causen síntomas intensos.
Aquí encontrará algunos consejos para manejar la lactosa de su dieta:
Empiece poco a poco. Pruebe sumando cantidades pequeñas de leche o productos lácteos y observe cómo reacciona su cuerpo.
Ingiera leche y productos lácteos con otros alimentos. Es posible que descubra que tiene menos síntomas si consume leche o productos lácteos dentro de sus comidas. Pruebe comer queso con galletas saladas o comer cereal con leche.
Coma productos lácteos que naturalmente tienen niveles bajos de lactosa. Estos productos son, por ejemplo, los quesos duros y el yogur.
Busque leche y productos lácteos sin lactosa o con menos lactosa. Se encuentran en muchas tiendas de alimentos. Son iguales a la leche y a los productos lácteos normales, pero vienen con el agregado de la enzima lactasa.
Pregunte sobre productos con lactasa. Pregunte a su proveedor de atención médica si debería tomar una pastilla de lactasa o gotas de lactasa cuando ingiera leche o productos lácteos.
Si le resulta difícil encontrar productos lácteos que no causen síntomas, hable con su proveedor de atención médica. Podrá sugerirle otros alimentos para asegurarse de obtener calcio suficiente. Es posible que necesite tomar suplementos de calcio.
Es necesario que un proveedor de atención médica revise a los niños que tienen intolerancia a la lactosa. Los niños y los adolescentes necesitan consumir productos lácteos. Son una de las fuentes principales de calcio para la salud y el crecimiento de los huesos. También tienen otros nutrientes que los niños necesitan para crecer.
La intolerancia a la lactosa puede afectarle cada vez que coma un refrigerio o una comida. Así que es necesario que tenga cuidado con los alimentos que come todos los días. Sin embargo, muchas personas pueden tolerar una cierta cantidad de lactosa y no necesitan evitarla totalmente.
Es importante leer las etiquetas de los alimentos. Es frecuente que la lactosa se agregue a algunos alimentos en caja, enlatados, congelados y preparados como, por ejemplo:
Pan
Cereales
Fiambres de cerdo
Aderezos para ensaladas
Mezclas para preparar tortas y galletas dulces
Crema en polvo para café
Revise las etiquetas en busca de palabras que puedan significar que un alimento tiene lactosa, por ejemplo:
Manteca
Queso
Crema
Leche deshidratada
Sólidos de leche
Leche en polvo
Suero
Llame a su proveedor de atención médica si tiene dificultades para manejar sus síntomas: Algunos pueden ser embarazosos. Su proveedor de atención médica puede colaborar con usted para ayudarle a mantenerlos controlados.
La intolerancia a la lactosa se presenta cuando su cuerpo no puede descomponer o digerir la lactosa. La lactosa es un azúcar presente en la leche y en los productos lácteos.
Se presenta cuando usted no tiene cantidad suficiente de una enzima llamada lactasa. Esa enzima descompone la lactosa de los alimentos.
Los síntomas más comunes de la intolerancia a la lactosa son los cólicos y el dolor abdominal, las náuseas, la distensión, los gases y la diarrea.
No existe un tratamiento que pueda ayudar a su cuerpo a producir más lactasa.
Usted puede manejar sus síntomas cambiando su dieta.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita a su proveedor de atención médica:
Tenga en mente la razón de su visita y qué desea que suceda.
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
Lleve a alguien con usted para que le ayude a hacer las preguntas y para que recuerde lo que el proveedor le dice.
En la visita, escriba el nombre de un diagnóstico nuevo y de todos los medicamentos, tratamientos o análisis nuevos. Además escriba todas las instrucciones nuevas que le dé su proveedor.
Pregunte por qué se indica un medicamento o tratamiento nuevo, y cómo le ayudará. Además, consulte cuáles serán los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otras maneras.
Infórmese de por qué un análisis o procedimiento se recomienda y qué podrían significar los resultados.
Consulte qué puede ocurrir si usted no toma el medicamento o no se hace el análisis o procedimiento.
Si tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo comunicarse con su proveedor si tiene preguntas.
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