El virus de inmunodeficiencia humana (VIH o "HIV", por sus siglas en inglés) es el virus que provoca el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, sida ("AIDS", por sus siglas en inglés). Una infección por VIH implica que el sistema inmunitario del cuerpo no puede luchar eficazmente contra las infecciones. Es posible que el organismo de su hijo no pueda defenderse contra las enfermedades, incluso contra un simple resfrío. Es necesario brindar al niño con VIH cuidados adicionales para ayudarlo a permanecer sano.
Ahora hay muchos medicamentos disponibles para suprimir (mantener bajo) el virus del VIH. Estos medicamentos no curan la infección del VIH, pero pueden mantener el virus indetectable durante décadas. Una de las mejores maneras de mantener saludable a su hijo es asegurarse de que use los medicamentos exactamente como se los recete su proveedor de atención médica.
Algunas ideas útiles son la que usaría para cualquier otro niño, como utilizar técnicas apropiadas de lavado de manos. Las manos limpias ayudan a evitar que el niño contraiga resfríos y otras enfermedades. Enseñe a su hijo desde pequeño a lavarse las manos cuidadosamente.
Adquirir hábitos sanos puede prevenir las enfermedades. Otras maneras en que puede ayudar a que su niño permanezca sano incluyen:
Nutrición. Asegúrese de que su hijo ingiera alimentos apropiados. La buena alimentación suministra la energía que el niño necesita para permanecer sano:
Brinde a su hijo 3 comidas equilibradas por día y bocadillos adecuados de cada grupo de alimentos. Si tiene dudas sobre cómo escoger alimentos sanos para su hijo, consulte al proveedor de atención médica del niño o a un dietista.
Un dietista también puede ayudar si su hijo tiene algún problema especial para alimentarse o ingerir alimentos (como úlceras en la boca) que le provoquen dolor al comer.
Es recomendable estar informado de si existe alguna interacción de los alimentos con los medicamentos que toma su hijo.
Cuidado de la piel. Cuando su hijo tiene un corte o una llaga, la piel está expuesta a los gérmenes y se puede infectar. Cuidar adecuadamente la piel de su niño ayuda a prevenir las infecciones y a mantener al niño sano. Considere las siguientes recomendaciones para el cuidado de la piel del niño:
Prevenga las lesiones (cortes y rasguños). Si ocurre una lastimadura menor, límpiela y aplique una crema antibiótica. Cúbrala con una venda ligera para evitar que se infecte. Use guantes para evitar el contacto con la sangre de su hijo mientras esté cuidando de la herida.
Mantenga la piel limpia y seca lavándola diariamente con un jabón suave y agua.
Mantenga sanas las zonas secas de la piel aplicando una loción humectanto todos los días.
Consulte inmediatamente al médico del niño si observa una erupción o una llaga o corte fuera de lo común. La aparición de erupción del pañal o de manchas blancas en la boca del niño pueden requerir tratamiento adicional.
Hable con el equipo de profesionales de la salud que atiende a su hijo si tiene preguntas o inquietudes especiales acerca del cuidado de la piel del niño.
Asegúrese de aplicar al niño protector solar y repelente de insectos siempre que esté jugando al aire libre con la piel expuesta.
Descanso y relajación. El cansancio y el estrés pueden aumentar la probabilidad de que su hijo se enferme. Para asegurarse de que su hijo reciba el descanso y la relajación adecuados a las necesidades de su cuerpo, tenga en cuenta:
Jugar normalmente es importante para el niño.
Planifique períodos de descanso y un horario estable para que su hijo se duerma por las noches.
Asegúrese de que su hijo duerma por lo menos 8 horas o más todas las noches.
Si el niño parece preocupado o molesto, consulte al trabajador social o al capellán.
Si tiene alguna duda especial acerca de las necesidades de descanso y sueño del niño, hable con el equipo de profesionales que lo atiende.
Es necesario ser muy cuidadoso al permitir que el niño tenga una mascota o entre en contacto con las mascotas de otras personas. Nunca deje a los niños solos con un animal. Hable con el proveedor de atención médica de su hijo acerca de las mascotas que ya tiene o antes de llevar al hogar a una nueva mascota.
Medicamentos. Para asegurarse de que las necesidades de medicación de su hijo estén cubiertas, considere:
Asegúrese de que su hijo tome todo medicamento ordenado por su médico exactamente como se le recetó. Resultan muy útiles las cajas segmentadas de píldoras.
Asegúrese de comprender la cantidad de cada medicación que debe administrar al niño. No dude en preguntar si las instrucciones le resultan confusas.
Planifique la reposición de los medicamentos con anterioridad. No se quede sin medicamentos. Olvidarse o saltarse dosis de medicamento puede permitir que el virus se haga más resistente a los medicamentos de su hijo.
Consulte con el médico de su hijo acerca de la inmunización de rutina recomendada para el niño, así como también para los restantes miembros de la familia y del hogar.
Si tiene alguna pregunta o problema acerca de la medicación del niño, consulte con el equipo de profesionales de la salud que lo atiende.
Recuerde consultar al proveedor de atención médica de su hijo antes de interrumpir cualquier medicamento o de darle uno nuevo.
El VIH se puede propagar de persona a persona cuando se produce un contacto con sangre o fluidos corporales (del recto, leche materna, semen y fluido vaginal) infectados:
El VIH se puede propagar:
a través de una relación sexual con una persona portadora del VIH.
al compartir agujas para drogas.
a los bebés nacidos de madres portadoras de VIH.
a los bebés amamantados por una madre infectada con VIH.
a las personas que reciben sangre o hemoderivados que no se han sometido a exámenes y que contienen el VIH.
cuando una persona no infectada tiene una herida abierta (membrana mucosa, tejido dañado) o rasguño y estos entran en contacto con la sangre o los fluidos del cuerpo de una persona infectada.
El VIH no se puede propagar por:
abrazar a una persona con VIH.
nadar en piscinas públicas o en tinas calientes.
compartir un vaso para beber.
usar un mismo inodoro.
asistir a la escuela.
Debe observar las precauciones universales para cualquier contacto con la sangre, independientemente de que sepa que su hijo está infectado con VIH. Estas precauciones incluyen las siguientes:
use guantes de látex o vinilo cuando deba tocar la sangre y los fluidos corporales de una persona infectada con VIH.
limpie los restos de sangre y fluidos corporales con una mezcla de cloro y agua. Mezcle 1/4 de taza de cloro con 2 tazas de agua.
lave la ropa manchada con sangre y fluidos corporales con agua jabonosa. Se puede utilizar cloro o un blanqueador sin cloro para eliminar las manchas. Las prendas que no se puedan lavar deben colocarse en una bolsa plástica y descartarse.
no comparta afeitadoras ni cepillos de dientes con una persona infectada con VIH.
Si su hijo tiene VIH, ayúdelo a evitar que propague el virus enseñándole algunas reglas básicas, como por ejemplo cómo manejar el sangrado nasal o un corte:
Enséñele a llevar un pañuelo limpio.
Cubra la lesión apretándola con el pañuelo.
No permita que nadie toque la sangre con las manos descubiertas.
Es muy importante que cumpla con las consultas de salud del niño. Además deberá saber en qué casos llevar al niño a un centro de atención cuando se enferma. Es necesario que su hijo vaya al proveedor de atención médica si:
tiene fiebre de 100.4 ºF (38ºC) o más, o como le haya indicado el proveedor de atención médica
tiene tos o falta de aire
presenta un cambio en las deposiciones.
tiene una erupción en la piel (por ejemplo erupción del pañal), llagas en la piel o en la boca, o manchas blancas en el interior de la boca.
tiene cambios de conducta.
presenta hemorragias o moretones por causas desconocidas.
tiene un dolor intenso.
tiene dolor o supuración del oído.
ha estado en contacto con alguien que tiene una enfermedad contagiosa (en especial varicela).
Hable con el proveedor de atención médica de su hijo para obtener más información.
Conéctese con nosotros:
Descarga nuestra App: