La herpangina es una enfermedad causada por un virus. Se caracteriza por pequeñas protuberancias parecidas a ampollas o úlceras que aparecen en la boca. Usualmente aparecen en la parte trasera de la garganta o en el cielo de la boca. El niño por lo general tiene fiebre alta con la enfermedad.
La herpangina es causada por un virus. Los tipos más comunes de virus que causan la herpangina incluyen los siguientes:
Virus Coxsackie A y B
Enterovirus 71
Ecovirus (con menor frecuencia)
La Herpangina es una enfermedad muy común en los niños. Es usual que se presente en niños entre las edades de 3 y 10 años. Es vista con mayor frecuencia en el verano y otoño. Es necesario lavarse bien las manos para ayudar a evitar la propagación de la enfermedad.
Los siguientes son los síntomas más comunes de la herpangina. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente. Los signos y síntomas pueden incluir:
Protuberancias parecidas a ampollas en la boca, por lo general en la parte trasera de la garganta y en el cielo de la boca
Dolor de cabeza
Aparición rápida de fiebre
Fiebre alta, algunas veces de hasta 106° F (41° C)
Dolor en la boca y garganta
Babeo
Disminución del apetito
Las herpangina generalmente se diagnostica con base en un historial y examen físico completo de su hijo. Las lesiones de la herpangina son únicas y por lo general permiten un diagnóstico simplemente con examen físico.
El proveedor de atención médica de su hijo analizará con usted el tratamiento específico para la herpangina según:
La edad, salud general e historial médico de su hijo
La gravedad de la enfermedad
La tolerancia de su hijo a medicamentos, procedimientos o terapias específicos
Las expectativas del tratamiento de la enfermedad
Su opinión o preferencia
EL objetivo del tratamiento para la herpangina es ayudar a disminuir la gravedad de los síntomas. Ya que es una infección viral, los antibióticos no son efectivos. El tratamiento puede incluir:
Aumento del consumo de líquidos
Acetominofén (paracetamol) para cualquier fiebre
Dieta blanda, como leche fría y helado (evite las comidas ácidas y picantes)
Lavarse las manos adecuadamente es esencial para ayudar a evitar que se propague la enfermedad a otros niños.
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