Quemaduras térmicas o inducidas por calor

Una quemadura térmica o inducida por calor puede ocurrir cuando la piel entra en contacto con cualquier fuente de calor, como una sartén, una plancha, el fuego, una superficie caliente, o un gas o líquido hirviendo.

El cuidado de una quemadura inducida por calor o térmica:

  • Retire al niño de la fuente de calor.

  • Enfríe la zona afectada con agua o con una compresa fría hasta que el dolor disminuya o se alivie.

  • Si se formó una ampolla, no la rompa.

  • Proteja la quemadura con una venda de gasa seca y estéril o con una sábana o un paño limpio.

  • Si la ropa de su hijo está adherida a la zona quemada, no intente retirársela. En cambio, corte alrededor de la ropa y deje la quemadura intacta.

  • No aplique ninguna pomada, aceite ni aerosol en la zona quemada a menos que se lo haya indicado su médico.

  • Si su hijo tiene quemaduras en la mano, el pie, la cara, los ojos o la entrepierna (ingle), o quemaduras que cubren una gran superficie, busque atención médica o marque el 911 para obtener atención médica de emergencia.