Un tumor de células gigantes está compuesto por una gran cantidad de células benignas (no cancerosas) que forman un tumor agresivo, por lo general, cerca del extremo del hueso en las inmediaciones de una articulación. El tumor óseo de células gigantes suele estar ubicado en la rodilla, pero también puede aparecer en los huesos de los brazos y las piernas o en los huesos planos como el esternón (hueso del pecho) o la pelvis.
Por lo general, los tumores de células gigantes aparecen con mayor frecuencia una vez completado el crecimiento óseo del esqueleto. La mayoría ocurren en los huesos largos del las piernas y los brazos.
Si bien no se conoce con exactitud la verdadera causa de los tumores óseos de células gigantes, en ciertos casos, se los ha asociado con la enfermedad de Paget. La enfermedad del hueso de Paget es una enfermedad ósea crónica que produce alargamiento y deformidad en los huesos.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de un tumor óseo de células gigantes. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Dolor en la articulación adyacente.
Una masa visible.
Hinchazón.
Fractura del hueso.
Limitación de la movilidad en la articulación adyacente.
Acumulación de fluido en la articulación adyacente al hueso afectado.
Los síntomas del tumor óseo de células gigantes pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.
Además del examen y la historia médica completa, los procedimientos para diagnosticar los tumores óseos de células gigantes pueden incluir los siguientes:
Rayos X - examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía electromagnética para producir imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa.
Escáner con radionúclidos de los huesos - método nuclear de diagnóstico por imágenes para evaluar cualquier cambio artrítico y, o degenerativo de las articulaciones, para detectar enfermedades y tumores de los huesos y para determinar las causas de la inflamación o del dolor de huesos. Este examen sirve para descartar cualquier infección o fractura.
Biopsia - procedimiento en el que se extraen muestras de tejido (con una aguja o durante la cirugía) para examinarlas con un microscopio con el fin de determinar si existen células cancerosas o anormales.
El tratamiento específico de los tumores óseos de células gigantes será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
Qué tan avanzada está la enfermedad.
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
Su opinión o preferencia.
El objetivo del tratamiento del tumor óseo de células gigantes es extirpar el tumor e impedir que se dañe el hueso afectado. El tratamiento puede incluir:
Cirugía para extraer el tumor y el hueso dañado.
Injerto de hueso - procedimiento quirúrgico que consiste en trasplantar a la zona afectada hueso sano de otra parte del cuerpo del mismo paciente.
Reconstrucción del hueso.
En los casos graves puede ser necesaria la amputación.
Fisioterapia para recobrar la fuerza y la movilidad del área afectada.
Los tumores que no se pueden extirpados quirúrgicamente a veces pueden ser controlados o destruidos con terapia de radiación. Están investigando nuevas terapias para los tumores óseos de células gigantes, y ensayos clínicos recientes de la droga Denosumab han dado esperanza. Para los tumores no resecables, pregúntele a su médico acerca de los ensayos clínicos.
Los tumores óseos de células gigantes pueden reaparecer. Puede ser necesario un seguimiento médico cuidadoso durante varios años.
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