A veces, los niños pueden tener cuerpos extraños en sus oídos, su nariz y su tracto respiratorio. Un cuerpo extraño es cualquier objeto que se introduce en el oído, la nariz o la boca y que no debería estar allí, ya que podría ser perjudicial para el niño si no recibe atención médica inmediata.
Los cuerpos extraños se pueden alojar en la oreja o en el conducto auditivo. Generalmente, en la oreja se encuentran aros, ya sea atascados en el lóbulo a causa de una infección o bien demasiado hundidos debido a una incorrecta colocación. Los cuerpos extraños en el conducto auditivo pueden ser cualquier objeto que los niños puedan introducir en sus oídos. Entre algunos de estos objetos se incluyen los siguientes:
alimentos
insectos
juguetes
botones
trozos de lápices de colores
pilas pequeñas
Es importante que los padres tomen conciencia de que los niños pueden lastimarse o lastimar a otros muy seriamente al introducir objetos en sus oídos.
Generalmente, los niños introducen objetos en sus oídos porque están aburridos, por curiosidad o porque imitan a otros niños. A veces, un niño puede colocar un objeto en el oído de otro mientras juegan. Los insectos también pueden introducirse en el conducto auditivo y provocar un daño potencial. Se ha observado que los niños con infecciones crónicas del oído externo suelen introducir cosas en sus oídos con mayor frecuencia.
Algunos de los objetos que se introducen en el oído pueden no provocar síntomas, sin embargo, otros como por ejemplo, los alimentos e insectos, pueden provocar dolor en el oído, enrojecimiento o supuración. Además, un objeto que obstruye el conducto auditivo puede afectar la audición.
El tratamiento para los cuerpos extraños en el oído se limita a la extracción inmediata del objeto por parte del médico del niño. A continuación se enumeran algunas de las técnicas que el médico de su hijo puede utilizar para extraer un objeto del conducto auditivo:
inserción de instrumentos en el oído
uso de imanes, si el objeto es de metal
limpieza del conducto auditivo con agua
succión con un equipo para ayudar a extraer el objeto
Luego de retirar el objeto, el médico de su hijo volverá a examinar el oído para determinar la presencia de lesiones en el conducto auditivo. Es posible también que le recete gotas óticas con antibióticos para prevenir posibles infecciones.
Los niños suelen introducirse objetos blandos en la nariz. La lista incluye, entre otros, papel de seda, arcilla, partes de juguetes o de gomas de borrar. A veces, un cuerpo extraño puede ingresar en la nariz cuando el niño intenta olerlo. Los niños suelen introducir objetos en su nariz porque están aburridos, por curiosidad o porque imitan a otros niños.
El síntoma más común que provoca un cuerpo extraño en la nariz es la secreción nasal. La secreción aparece sólo del lado de la nariz obstruido y a menudo despide un olor desagradable. En algunos casos, el niño puede incluso llegar a sangrar por la nariz.
El tratamiento para los cuerpos extraños en la nariz se limita a la extracción inmediata del objeto por parte del médico del niño. A veces, para poder hacerlo, es necesario administrar un sedante al niño. Es posible, además, que la extracción deba realizarse en el hospital, según la gravedad del problema y el grado de cooperación del niño. A continuación se enumeran algunas de las técnicas que el médico de su hijo puede utilizar para extraer el objeto de la nariz:
dispositivos de succión con sondas
inserción de instrumentos en el oído
Después de extraer el objeto, el médico de su hijo puede recetarle gotas nasales o ungüentos con antibióticos para tratar las posibles infecciones.
Un cuerpo extranjero en la vía aérea (el estrangular) constituye una emergencia médica y requiere la atención inmediata. Pueden atascarse en muchos lugares diferentes a lo largo de las vías respiratorias.Según la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP), la muerte por atragantamiento en niños es más frecuente en los menores de 5 años. Dos tercios de las víctimas de la muerte por atragantamiento son bebés menores de un año.
Al igual que con otros problemas con cuerpos extraños, los niños suelen introducir objetos en su boca porque están aburridos o por curiosidad. Sin embargo, es posible que el niño inhale profundamente y el objeto se aloje en el conducto de aire (tráquea) en vez de en el de alimentación (esófago). Los alimentos pueden causar una obstrucción en los niños que no tienen todos los dientes para masticar, o en los niños que sencillamente no mastican bien sus alimentos. Además, la falta de coordinación entre la boca y la lengua también puede provocarles problemas. Los niños de entre 7 meses y 4 años de edad corren un riesgo mayor de atragantarse con objetos pequeños, algunos de los cuales se incluyen a continuación:
semillas
partes de juguetes
uvas
salchichas
guijarros
frutos secos
botones
Es fundamental vigilar constantemente a los niños para evitar una emergencia de atragantamiento.
La ingestión de un cuerpo extraño requiere atención médica inmediata. A continuación se enumeran los síntomas más comunes que indican que un niño se está atragantando. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
atragantamiento o arcadas apenas se inhala el objeto
tos al principio
sibilancia (un silbido, producido generalmente cuando el niño exhala)
Si bien los síntomas enumerados arriba pueden ceder, es posible que el cuerpo extraño todavía se encuentre alojado en la vía respiratoria y provoque alguno de los siguientes síntomas:
estridor (sonido de tono agudo que se escucha generalmente cuando el niño inhala)
tos que empeora
imposibilidad de hablar
dolor en la garganta o en el tórax
voz ronca
color azulado alrededor de los labios
falta de respiración
pérdida de conciencia
El tratamiento varía en función del grado del bloqueo de las vías respiratorias. Si el objeto obstruye totalmente las vías respiratorias, el niño no podrá respirar ni hablar y sus labios se tornarán azules. Esta es una situación de emergencia médica y usted deberá buscar atención médica inmediatamente. A veces, es necesario incluso recurrir a una cirugía para extraer el objeto. Los niños que pueden hablar y respirar pero que muestran otros síntomas también deben ser examinados inmediatamente por un médico.
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