La dismenorrea es una afección menstrual que se caracteriza por calambres menstruales severos y frecuentes y dolor relacionado con la menstruación. La dismenorrea se puede clasificar como primaria o secundaria.
Dismenorrea primaria. Comienza poco después de que se establezcan los períodos regulares y por lo general es de por vida, pero puede mejorar con el tiempo. Causa calambres menstruales severos y frecuentes causados por contracciones uterinas fuertes y anormales.
Dismenorrea secundaria. Debida a alguna causa física y por lo general de aparición más tardía. Períodos menstruales dolorosos causados por otra afección médica presente en el organismo (como enfermedad inflamatoria pélvica o endometriosis).
La causa de la dismenorrea depende de si la afección es primaria o secundaria. Por lo general, las mujeres con dismenorrea primaria sufren contracciones uterinas anormales debido a un desequilibrio químico del cuerpo (en especial la prostaglandina que controla las contracciones del útero). La dismenorrea secundaria es causada por otras afecciones médicas, por lo general, la endometriosis. Esta es una afección en la cual el tejido que tiene la apariencia y el funcionamiento del tejido endométrico se implanta por fuera del útero, habitualmente en otros órganos reproductivos dentro de la pelvis o en la cavidad abdominal. Esto con frecuencia da como resultado sangrado interno, infección y dolor pélvico. Otras posibles causas de la dismenorrea secundaria incluyen:
Enfermedad inflamatoria pélvica (PID, por sus siglas en inglés)
Fibromas uterinos
Embarazo anormal (como embarazo ectópico o aborto espontáneo)
Infecciones, tumores o pólipos en la cavidad pélvica
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la dismenorrea. Los síntomas generalmente comienzan cada mes los días previos a su período.
Calambres en la parte inferior del abdomen
Dolor en la parte inferior del abdomen
Dolor en la parte baja de la espalda
Dolor que se extiende a lo largo de las piernas
Náuseas
Vómito
Diarrea
Fatiga
Debilidad
Desmayo
Dolores de cabeza
Los síntomas de la dismenorrea pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Hable siempre con su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico preciso.
El diagnóstico comienza cuando el proveedor de atención médica evalúa la historia clínica de la mujer y realiza un examen físico completo, incluido un examen pélvico. Para diagnosticar dismenorrea puede ser necesario que su proveedor de atención médica descarte otros trastornos menstruales, afecciones o medicamentos que puedan estar causando o agravando la afección. Además, los procedimientos de diagnóstico de la dismenorrea pueden incluir:
Ultrasonido. Una técnica de diagnóstico por imágenes que usa ondas de sonido de alta frecuencia y una computadora para crear imágenes de vasos sanguíneos, tejidos y órganos. Los ultrasonidos se utilizan para ver el funcionamiento de los órganos. Además sirven para evaluar el flujo sanguíneo a través de diversos vasos.
Laparoscopia. Un procedimiento quirúrgico menor en el cual se inserta un laparoscopio, un tubo delgado con una lente y una luz, en una incisión en la pared abdominal. Usando el laparoscopio para ver dentro de la cavidad abdominal y pélvica, el proveedor de atención médica con frecuencia puede encontrar crecimientos anormales.
Histeroscopia. Un examen visual del canal del cuello uterino y del interior del útero mediante el uso de un instrumento (histeroscopio) para ver que se inserta a través de la vagina.
Conversar con el proveedor de atención médica de su hija adolescente sobre los síntomas puede hacer que comprenda más y derivar en actividades para manejar el estrés. Otros tratamientos posibles para tratar los síntomas de la dismenorrea en mujeres jóvenes pueden incluir lo siguiente:
Inhibidores de la prostaglandina; por ejemplo, medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como la aspirina y el ibuprofeno, para reducir el dolor.
Acetaminofeno
Anticonceptivos orales
Progesterona (tratamiento hormonal)
Dispositivo intrauterino ("IUD", por sus siglas en inglés) con progesterona
Modificaciones dietarias (para aumentar la ingesta de proteínas y reducir la de azúcar, grasa y cafeína)
Sueño adecuado
Suplementos de vitaminas
Ejercicio de forma regular
Almohadilla térmica sobre el abdomen
Baño o ducha caliente
Unidad de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea ("TENS", por sus siglas en inglés)
Cirugía
Acupuntura
Masajes abdominales
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