Una luxación se produce cuando se fuerza demasiado un ligamento, lo que hace que los extremos de dos huesos conectados se separen. Los ligamentos son bandas flexibles de tejido fibroso que conectan diferentes huesos y cartílagos.
Los ligamentos también unen los huesos en una articulación. La sobrecarga en los ligamentos puede causar una luxación de la articulación. Las articulaciones de la cadera y del hombro, por ejemplo, se denominan articulaciones de bola y cotilo. Una fuerza extrema sobre los ligamentos de estas articulaciones puede hacer que la cabeza del hueso (bola) se salga parcial o completamente del cotilo.
La articulación que se luxa con mayor frecuencia es la del hombro.
Las luxaciones no son frecuentes en los niños pequeños debido a que sus cartílagos de crecimiento (zona de crecimiento del hueso ubicada en los extremos de los huesos largos) son más débiles que los músculos o tendones. Por el contrario, los niños son más propensos a sufrir fracturas que luxaciones.
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de una luxación. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente. Algunos de los síntomas pueden incluir los siguientes:
Dolor en la zona lesionada
Inflamación en la zona lesionada
Dificultad para usar o mover la zona lesionada de forma normal
Malformación de la zona luxada
Moretones o enrojecimiento de la zona lesionada
Entumecimiento o debilidad de la zona lesionada
Los síntomas de una luxación pueden parecerse a los de otros problemas de salud. Hable siempre con el proveedor de atención médica de su hijo para recibir un diagnóstico.
El proveedor de atención médica llega al diagnóstico mediante un examen físico. Durante el examen, el proveedor de atención médica obtiene la historia clínica completa del niño y realiza preguntas sobre cómo se produjo la lesión.
Los procedimientos de diagnóstico pueden ayudar a evaluar el problema. Los procedimientos de diagnóstico pueden incluir los siguientes:
Radiografía. Es un examen de diagnóstico que utiliza rayos de energía electromagnética invisibles para generar imágenes de tejidos internos, huesos y órganos en una placa radiográfica.
Imagen por resonancia magnética (IRM). Es un estudio de diagnóstico que utiliza una combinación de imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para producir imágenes detalladas de los órganos y las estructuras del interior del cuerpo. Una IRM solo se realiza si el proveedor de atención médica considera la posibilidad de una cirugía.
El proveedor de atención médica de su hijo analizará con usted el tratamiento específico para una luxación según lo siguiente:
La edad, el estado general de salud y la historia médica de su hijo
La gravedad de la lesión
El tipo de lesión
La tolerancia de hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Las expectativas de la evolución de la afección
Su opinión o preferencia
Todas las luxaciones necesitan atención médica inmediata, debido a que con las luxaciones también pueden producirse fracturas. Si una luxación no se atiende, puede llevar a problemas serios.
El tratamiento inicial de una luxación incluye reposo, hielo, compresión y elevación (R.I.C.E., por sus siglas en inglés). Las luxaciones pueden reducirse de manera espontánea, lo que significa que los extremos del hueso pueden reubicarse por sí solos. Sin embargo, en los casos de luxaciones que no se reubican, el proveedor de atención médica de su hijo necesitará volver a colocar la articulación en la posición correcta para que se cure. Su hijo recibirá un sedante para no sentir molestias antes del procedimiento. El sedante también ayudará a que los músculos que rodean la luxación se relajen, para poder colocar la articulación nuevamente en su lugar con mayor facilidad.
El proveedor de atención médica de su hijo puede recomendar cualquiera de las siguientes opciones para ayudar a reducir la luxación o facilitar la curación posterior:
Férula o yeso, que inmoviliza la zona luxada para facilitar la alineación y curación. Protege la zona lesionada impidiendo el movimiento o uso.
Medicamento (para controlar el dolor).
Tracción es la aplicación de una fuerza para estirar ciertas partes del cuerpo en una dirección específica. La tracción consiste en colocar poleas, cuerdas, pesas y un marco metálico por encima de la cama o sobre esta. El propósito de la tracción es estirar los músculos y tendones alrededor de los extremos del hueso para ayudar a reducir la luxación.
Cirugía (especialmente en el caso de luxaciones que se repiten una y otra vez, o si un músculo, tendón o ligamento se desgarra gravemente).
Otras recomendaciones adicionales pueden incluir las siguientes:
Limitación de actividades (mientras se consolida la luxación).
Muletas o silla de ruedas (para permitir que su hijo se desplace durante el proceso de consolidación).
Fisioterapia (para estirar y fortalecer los músculos, ligamentos y tendones lesionados).
Si bien las luxaciones suelen ser poco comunes en niños, sí se suelen producir más en los adolescentes. Es importante que el niño cumpla con las limitaciones de actividades o programas de rehabilitación de estiramiento y fortalecimiento para prevenir una nueva lesión.
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