Los síntomas de molestias debido al embarazo varían de una mujer a otra. A continuación, se enumeran algunas molestias comunes. Sin embargo, cada futura mamá puede llegar a experimentar síntomas diferentes o no:
Náuseas y vómito. Alrededor de la mitad de las mujeres embarazadas experimentan náuseas y a veces vómito durante el primer trimestre. Esto también se conoce como "malestar matutino", ya que los síntomas son más fuertes durante la mañana. Algunas mujeres pueden tener náuseas y vómito a lo largo del embarazo. El malestar matutino puede deberse a cambios en niveles hormonales durante el embarazo.
El malestar matutino parece agravarse con el estrés, viajes y ciertos alimentos, como comidas picantes o grasosas. Ingerir pequeñas porciones de comida varias veces al día puede ayudar a disminuir los síntomas. Una dieta rica en proteínas y carbohidratos complejos (como pan integral, pastas, bananas y vegetales de hojas verdes) también puede ayudar a disminuir las náuseas.
Si el vómito es grave y hace que la mujer pierda líquidos y peso, puede tratarse de un cuadro llamado "hiperemesis gravídica". La hiperemesis puede ocasionar deshidratación y requerir internación para administrarle líquidos y nutrientes en forma intravenosa. Informe a su proveedor de atención médica u obstetra en caso de que presente vómito y náuseas constantes o graves.
Fatiga. Como el organismo se sobreexige para proporcionarle al feto un ambiente nutritivo, no hay duda de que una embarazada suele sentirse cansada. Durante el primer trimestre, el volumen de sangre y otros líquidos aumentan a medida que su organismo se adapta al embarazo. A veces, la anemia es una causa subyacente de la fatiga. La anemia es una reducción en la capacidad de transporte de oxígeno por parte de los glóbulos rojos. Generalmente se debe a los bajos niveles de hierro. Para verificar la existencia de anemia, se realiza un simple análisis de sangre durante una visita prenatal.
Hemorroides. Debido al aumento en la presión del recto y perineo, el volumen sanguíneo elevado y la alta probabilidad de estreñimiento a medida que progresa el embarazo, las hemorroides son comunes durante la etapa final del embarazo. Evitar el estreñimiento y el estrés puede ayudar a prevenir las hemorroides. Siempre consulte con su proveedor de atención médica u obstetra antes de utilizar cualquier medicamento para tratar esta enfermedad.
Venas varicosas. Las venas varicosas (venas hinchadas y moradas) son comunes en las piernas y alrededor del orificio de la vagina durante la última etapa del embarazo. En la mayoría de los casos, las venas varicosas se producen por la presión incrementada en las piernas y las venas pélvicas. También por el mayor volumen de sangre.
Acidez e indigestión. La acidez y la indigestión, ocasionadas por la presión sobre los intestinos y el estómago (que empujan los contenidos del estómago de vuelta hacia el esófago) pueden prevenirse o reducirse ingiriendo porciones más pequeñas de comida durante el día y evitando recostarse inmediatamente después de comer.
Encías sangrantes. Las encías pueden volverse más esponjosas a medida que el flujo de sangre aumenta durante el embarazo. Esto fácilmente provoca su sangrado. Una embarazada debe continuar con su cuidado dental y de encías normal, e ir al dentista para chequeos regulares. Este síntoma usualmente desaparece luego del embarazo.
Pica. La pica es un tipo poco común de antojo de comer sustancias no alimenticias, como tierra, arcilla o carbón. El antojo puede indicar una deficiencia nutricional.
Hinchazón/retención de líquidos. La hinchazón leve es común durante el embarazo, pero una hinchazón grave que persiste puede ser signo de preeclampsia (cuadro anormal producido por la hipertensión). Recostarse del lado izquierdo, levantar las piernas y usar medias de soporte y zapatos cómodos puede ayudar a aliviar la hinchazón. Asegúrese de informar a su proveedor de atención médica u obstetra sobre la hinchazón repentina, especialmente en las manos o la cara, o sobre un aumento rápido de peso.
Cambios en la piel. Debido a modificaciones en los niveles hormonales, que incluye hormonas que estimulan la pigmentación de la piel, pueden aparecer manchas marrones en la cara, frente y/o mejillas. A esto se lo suele denominar "máscara del embarazo" o "cloasma". Suele desaparecer luego de dar a luz. La utilización de protector solar cuando se encuentra afuera puede reducir la cantidad de manchas.
La pigmentación también puede aumentar en el tejido que rodea los pezones, llamado "areola". Además, frecuentemente aparece una línea oscura debajo de la mitad del abdomen. Pueden oscurecerse las pecas y pueden crecer los lunares.
Estrías. Pueden aparecer estrías rosadas en el estómago, los senos, los muslos o las nalgas. Las estrías generalmente se producen por un rápido aumento de peso. Las marcas suelen desaparecer después del embarazo.
Candidiasis vaginal. Debido a cambios hormonales y al aumento de secreciones vaginales, también conocido como leucorrea, una mujer embarazada es más propensa a contraer candidiasis vaginal. La candidiasis vaginal se caracteriza por una secreción abundante y blanca expulsada por la vagina y acompañada de picazón. La candidiasis vaginal es altamente tratable. Siempre consulte a su proveedor de atención médica u obstetra antes de tomar cualquier medicamento para esta infección.
Congestión o hemorragias nasales. Durante el embarazo, la capa que cubre las vías respiratorias recibe mayor cantidad de sangre, lo que las vuelve más congestionadas. Esta congestión puede causar congestión nasal o hemorragias nasales. Además, pequeños vasos sanguíneos que se encuentran en la nariz pueden dañarse fácilmente debido al aumento en el volumen de sangre, lo que provoca las hemorragias nasales.
Estreñimiento. El aumento de presión por el embarazo en el recto y los intestinos puede interferir con la digestión y posteriores evacuaciones intestinales. Asimismo, los cambios hormonales pueden disminuir la digestión de la comida en el organismo. El aumento de líquidos, el ejercicio regular y el aumento de fibra en su dieta son algunas de las formas para prevenir el estreñimiento. Siempre consulte a su proveedor de atención médica u obstetra antes de tomar cualquier medicamento para esta afección.
Dolor de espalda. A medida que la mujer aumenta de peso, su equilibrio cambia, y su centro de gravedad se empuja hacia adelante, lo que tensiona su espalda. Las articulaciones pélvicas que comienzan a soltarse para la preparación del parto también contribuyen a esta tensión. La postura adecuada y las técnicas de levantamiento apropiadas a lo largo del embarazo pueden ayudar a reducir la tensión en la espalda.
Mareos. Los mareos durante el embarazo son síntomas comunes, que pueden producirse por:
Presión arterial baja debido a la compresión de las arterias principales por parte del útero
Bajo nivel de azúcar en sangre
Bajo nivel de hierro
Rápidamente pasar de estar sentada a estar parada
Deshidratación
Para prevenir lesiones por caídas durante episodios de mareo, una embarazada debería pararse lentamente y sostenerse de las paredes y otras estructuras estables para obtener soporte y balance.
Dolores de cabeza. Los cambios hormonales pueden ocasionar dolores de cabeza durante el embarazo, especialmente durante el primer trimestre. El reposo, la nutrición adecuada y el consumo apropiado de líquidos puede ayudar a aliviar los dolores de cabeza. Siempre consulte a su proveedor de atención médica u obstetra antes de tomar cualquier medicamento para esta afección. Si presenta un dolor de cabeza muy fuerte o que no se quita, infórmeselo a su proveedor de atención médica. Podría ser un signo de preeclampsia.
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