Después de tener a su bebé, una madre seguirá siendo monitoreada y recibiendo alivio del dolor, si es necesario. La madre y el bebé generalmente permanecen en el hospital por un par de días para la recuperación.
Cuando la madre se está recuperando, los siguientes síntomas son comunes:
Pérdida de sangre vaginal que cambia a color marrón, y en las semanas posteriores al parto a blancuzco.
Área vaginal sensible.
Contracciones dolorosas que pueden continuar después del parto (a medida que el útero vuelve a su tamaño original).
Congestión mamaria (cuando comienza la producción de leche).
En las primeras semanas es común que haya fatiga y dolencias.
Generalmente, se recomienda que las recientes mamás programen una cita con el proveedor de salud seis semanas después del parto para asegurarse de que la cicatrización sea correcta.
Durante las primeras semanas, una madre debe cuidarse muy bien para volver a recuperar su fortaleza. Seguir los siguientes pasos puede ayudar:
Tomar siestas cuando el bebé duerme, para compensar la falta de sueño nocturno por alimentar al bebé.
Usar un sostén que brinde mayor soporte. Las compresas frías pueden ayudar a aliviar la hinchazón y congestión mamaria. Pueden usarse compresas tibias para ayudar a estimular el descenso de leche (un reflejo que inicia la secreción de leche materna). Si la madre elige no alimentar al bebé con leche materna, la congestión mamaria podrá aliviarse colocando bolsas de hielo y vendando la zona de las mamas.
Si fue necesario realizar puntos vaginales durante un parto vaginal, se pueden realizar baños de asiento (en bañeras con forma de silla) dos veces al día para aliviar las dolencias y acelerar la cicatrización.
Después de una cesárea, la madre debe mantener la herida limpia y seca.
Es muy común que las mujeres experimenten la "tristeza posparto" durante los primeros días o semanas después del parto (se suele presentar de forma repentina durante el tercer o cuarto día posterior al parto). La "tristeza posparto" está caracterizada por los siguientes síntomas, aunque cada mujer puede experimentar síntomas diferentes:
Sentimientos de decepción
Llanto sin razón aparente
Irritabilidad
Impaciencia
Ansiedad
Nerviosismo
Es común que esta "tristeza posparto" desaparezca un tiempo después del nacimiento y, en la mayoría de los casos, sin tratamiento. Estos síntomas también pueden estar presentes durante la depresión posparto. La depresión posparto es una forma más severa de tristeza posparto. Las mujeres con depresión posparto pueden tener problemas para afrontar las tareas diarias.
Es mucho más seria y duradera que la "tristeza posparto". Algunas mujeres experimentan lo que es clínicamente conocido como la depresión posparto. A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la depresión posparto. Sin embargo, cada mujer puede experimentar estos síntomas de manera diferente. Algunos de los síntomas son:
Tristeza.
Ansiedad
Desesperanza.
Fatiga o agotamiento.
Baja concentración.
Confusión.
Miedo a dañar al recién nacido o a usted misma.
Cambios de humor caracterizados por altibajos exagerados.
Libido disminuida (instinto sexual).
Sentimientos de culpa.
Baja autoestima.
Llanto descontrolado y sin razón aparente.
Preocupación excesiva sobre el recién nacido o falta de interés por el recién nacido.
Cambios en el apetito.
Alteraciones del sueño.
Resentimiento.
Pérdida de memoria.
Sentimientos de aislamiento.
Aunque no se conoce la causa exacta de la depresión posparto, es probable que estén involucrados varios factores, por ejemplo los siguientes:
El cambio de roles (como cónyuge y madre).
Cambios hormonales durante y después del parto.
Estrés.
Antecedentes personales o familiares de enfermedad mental, en especial de depresión posparto.
Conflictos maritales.
Los procedimientos típicos de diagnóstico de depresión posparto incluyen un historial clínico completo, examen físico y/o evaluación psiquiátrica. En algunos casos, puede realizarse un examen de tiroides para detectar anormalidades o afecciones hormonales o metabólicas que puedan servir como causa subyacente.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de las mujeres que experimentan "tristeza posparto", depresión posparto, ansiedad posparto y/o trastorno obsesivo compulsivo posparto nunca han experimentado estos tipos de síntomas antes, en especial con dicha intensidad. En cualquiera de los casos, es importante que las mujeres busquen un tratamiento temprano adecuado, no solo para asegurarse de que el recién nacido permanezca a salvo y bien cuidado, sino también para que la madre pueda solucionar estos síntomas y experimentar el regocijo que genera la maternidad.
Su doctor determinará el tratamiento específico para la depresión posparto, de acuerdo con lo siguiente:
Su edad, salud general e historia clínica.
Gravedad y duración de los síntomas.
Si está amamantando al bebé o no.
Su tolerancia a medicamentos específicos, procedimientos o terapias.
Su opinión o preferencia.
El tratamiento puede incluir:
Medicación (es decir, tratamientos hormonales y/o antidepresivos).
Tratamiento psicológico (puede incluir a la madre reciente y/o la familia o cónyuge).
Apoyo de pares (es decir grupos de apoyo, clases educativas).
Manejo del estrés y capacitación de relajación.
Ejercicios.
Entrenamiento para tener seguridad en sí misma (algunas mujeres deben aprender cómo establecer límites a los miembros de la familia para no sentirse abrumada y extenuada).
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