La apendicitis es una inflamación dolorosa e infección del apéndice. Es una emergencia médica. El apéndice puede estallar o romperse. Esto es grave y puede provocar más infección. Si no se trata, puede ser mortal.
El apéndice es un tubo delgado, con la forma de un dedo, que está conectado con el intestino grueso. Se encuentra en la esquina inferior derecha de la panza (abdomen). Los expertos no saben con certeza qué función cumple el apéndice en el cuerpo. No es un órgano vital. Quitarlo no causará ningún daño.
La cirugía para extirpar el apéndice se llama una apendicectomía. Es el tipo más común de cirugía de emergencia para los niños. La mayoría de los niños se recuperan sin problemas a largo plazo.
La apendicitis sucede cuando algo se bloquea dentro de su apéndice, que causa una infección. La obstrucción puede ser consecuencia por fluídos de la nariz o de la boca, llamados moco. También puede ocurrir debido a heces o parásitos. O la obstrucción puede ser consecuencia de una curva o giro en el propio apéndice.
Entonces el apéndice duele y se inflama o hincha. Esto es porque los gérmenes (bacterias) en el apéndice comienzan a aumentar rápidamente. A medida que la hinchazón y el dolor empeoran, el suministro de sangre al apéndice se detiene.
Todas las partes del cuerpo necesitan recibir la cantidad adecuada de sangre para estar sanas. Cuando se reduce el flujo de sangre, el apéndice comienza a morir. El apéndice estallará o se romperá cuando sus paredes comiencen a perforarse. Estos orificios permiten que pasen heces, mucosidad y otras sustancias, e ingrese en la panza o el abdomen. Una infección grave llamada peritonitis puede ocurrir en el vientre cuando el apéndice se revienta. Si no se trata, puede ser mortal.
La mayoría de los casos de apendicitis se dan entre los 10 y los 30 años. Los niños con fibrosis quística pueden tener un mayor riesgo. Tener antecedentes familiares de apendicitis también puede aumentar el riesgo de un niño para esta afección.
Los síntomas de cada niño pueden variar. A continuación se detallan los síntomas más comunes de la apendicitis.
El dolor en la panza (abdomen) es el síntoma más común. Este dolor:
Puede comenzar en la zona alrededor de su ombligo y correrse hacia la esquina inferior derecha del abdomen. O también puede comenzar en la esquina inferior derecha del abdomen.
Con frecuencia, empeora a medida que pasa el tiempo.
Puede ser peor cuando el niño se mueve, respira con profundidad, toca esa zona y tose o estornuda.
Si su apéndice estalla, es posible que se sienta en todo el abdomen.
Otros síntomas comunes son, por ejemplo:
Malestar estomacal (náuseas) y vómitos
Falta de apetito
Fiebre y escalofríos
Cambios en la conducta
Dificultades para evacuar los intestinos (estreñimiento)
Heces blandas (diarrea)
Vientre hinchado en niños más pequeños
El proveedor de atención médica de su hijo le preguntará detalladamente sobre sus antecedentes de salud y le realizará un examen físico. El médico también puede ordenar pruebas, que incluyen:
Ecografía abdominal. Este estudio por imágenes usa ondas de sonido de alta frecuencia y una computadora para producir imágenes de los vasos sanguíneos, de los tejidos y de los órganos. Se usa para ver los órganos internos mientras están en funcionamiento.
Tomografía computarizada. Este estudio por imágenes usa radiografías y tecnología informática para producir imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo. Esto incluye los huesos, los músculos, la grasa y los órganos. Es más detallado que una radiografía normal.
Otras pruebas y análisis pueden incluir lo siguiente:
Análisis de sangre. Estos análisis detectan la infección. También pueden detectar algún problema en otros órganos abdominales, como el hígado o el páncreas.
Análisis de orina. Este análisis puede determinar si hay una infección de la vejiga o el riñón, que puede ocasionar algunos de síntomas parecidos a los de la apendicitis.
Los síntomas de apendicitis pueden parecerse a los de otros problemas de salud. Consulte siempre al proveedor de atención médica de su hijo para obtener un diagnóstico.
El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y el estado general de salud de su hijo. La apendicitis es una emergencia médica. Es probable que el apéndice estalle. Eso le causará una infección grave que pone en riesgo su vida. Por esta razón, el proveedor de atención médica de su niño probablemente le informe que es necesario que su hijo se someta a una cirugía para extirparle el apéndice.
El apéndice puede extirparse de dos formas:
Cirugía abierta o tradicional. A su niño se le da anestesia. Le harán un corte o incisión en la esquina inferior derecha del abdomen. El cirujano buscará el apéndice y lo extraerá. Si el apéndice ha estallado, es posible que le coloquen un pequeño tubo o derivación para drenar el pus y otros líquidos del abdomen. Le quitarán la derivación en algunos días, cuando su cirujano considere que ya no hay infección.
Cirugía laparoscópica. A su niño se le da anestesia. Este método utiliza cortes o incisiones muy pequeños y una cámara, llamada laparoscopio, para ver dentro del abdomen. A través de una o más incisiones pequeñas, se insertan los instrumentos que el cirujano usa para hacer la cirugía. El laparoscopio se inserta a través de otra incisión. Este método no se suele hacer si el apéndice ya ha estallado.
A veces, el apéndice se revienta, y se puede formar una acumulación de líquido infectado o pus (absceso). Si esto ocurre y su hijo está estable, el médico puede recomendar la extirpación del apéndice no de forma inmediata. En su lugar, el médico puede estar interesado en tratar la infección primero y drenar el líquido infectado del absceso. Se extirpa el apéndice más tarde. Este retraso en la cirugía se denomina apendicectomía de invervalo.
Para una apendicectomía de intervalo, a su hijo se le pueden administrar primero antibióticos por vía intravenosa. Estos se administran a través de un tubo intravenoso llamado catéter PICC, o un catéter central de inserción periférica. Esto se realiza durante aproximadamente 10 a 14 días. Además, el proveedor puede utilizar una tomografía computarizada o una ecografía de imágenes guiadas para drenar el absceso. Una vez que la infección y la inflamación hayan desaparecido, a su hijo se lo someterá a la cirugía para extirpar el apéndice aproximadamente de 6 a 8 semanas después.
Un niño cuyo apéndice estalló tendrá que permanecer en el hospital más tiempo que un niño cuyo apéndice se extirpó antes de que estalle. Algunos niños necesitarán tomar antibióticos por vía oral durante un determinado periodo de tiempo después de su alta.
Después de la cirugía, su hijo no debe comer ni beber nada durante un período de tiempo determinado. Esto permite que el intestino cicatrice. Durante este tiempo, se administran líquidos por vía intravenosa en el torrente sanguíneo. Su hijo también tomará antibióticos y medicamentos para aliviar el dolor a través de la IV.
En algún momento, su hijo podrá beber líquidos claros como agua, bebidas deportivas o jugo de manzana. Luego comenzará lentamente a incorporar alimentos sólidos.
Después de que su hijo deje el hospital, es probable que que el proveedor de atención médica limite sus actividades. El niño no debe cargar cosas pesadas o jugar deportes de contacto durante unas pocas semanas después de la cirugía. Si aún tiene un drenaje colocado cuando su hijo regresa a su casa, no debe tomar un baño de inmersión o ir a nadar hasta que se le retire.
Se le dará una receta para analgésicos que su hijo tomará en su hogar. Algunos medicamentos para el dolor pueden hacer que un niño esté constipado, así que pregúntele al proveedor de atención médica o farmacéutico acerca de cualquier efecto secundario. Su niño debe moverse después de la cirugía en lugar de estar en la cama para ayudar a prevenir el estreñimiento. También le será de ayuda beber jugos de frutas. Una vez que su hijo coma alimentos sólidos de nuevo, consumir frutas, cereales de grano entero y panes, y verduras también puede ayudar a detener el estreñimiento.
La mayoría de los niños que se someten a cirugía por apendicitis no tendrán problemas a largo plazo.
Un apéndice irritado puede convertirse rápidamente en un apéndice infectado y roto. Esto puede suceder en un par de horas. Un apéndice roto es una situación de emergencia. Si no se trata, podrá ser mortal. Cuando el apéndice se rompe, gérmenes (bacterias) infectan los órganos dentro de la cavidad abdominal. Esto causa una infección bacteriana llamada peritonitis. La infección bacteriana puede propagarse muy rápidamente. Puede ser difícil de tratar si se retrasa el diagnóstico.
Un apéndice infectado puede estallar o romperse. Es una situación de emergencia y puede ser mortal. Si cree que su hijo tiene apendicitis, llame al proveedor de su hijo o vaya a la sala de emergencias de inmediato.
La apendicitis es una inflamación dolorosa e infección del apéndice. Es una emergencia médica.
El apéndice puede estallar o romperse y causar más infección. Si no se trata, puede ser mortal.
Los proveedores de atención médica probablemente le recomendarán extirpar el apéndice del niño.
La apendicectomía es el tipo más común de cirugía de emergencia para los niños.
La mayoría de los niños se recuperan sin problemas a largo plazo.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita al proveedor de atención médica de su hijo:
Tenga en mente la razón de la visita y qué desea que suceda.
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
En la visita, escriba el nombre de un diagnóstico nuevo y de todos los medicamentos, tratamientos o análisis nuevos. Además escriba todas las instrucciones nuevas que le dé el proveedor para su hijo.
Pregunte por qué se se indica un medicamento o tratamiento nuevo, y cómo ayudará a su hijo. Además, consulte cuáles serán los efectos secundarios.
Pregunte si la afección de su hijo se puede tratar de otras maneras.
Infórmese de por qué un análisis o procedimiento se recomienda y qué podrían significar los resultados.
Consulte qué puede ocurrir si su hijo no toma el medicamento o no se hace un análisis o procedimiento.
Si su hijo tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo puede comunicarse con el proveedor de su hijo después del horario de consultorio. Es importante por si su hijo se enferma y usted necesita hacer preguntas o pedir un consejo.
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