La sangre es el líquido que circula a través del corazón, las arterias, las venas y los capilares del cuerpo. Aleja los desechos y el dióxido de carbono de los tejidos y les aporta nutrición, electrolitos, hormonas, vitaminas, anticuerpos, calor y oxígeno.
La anemia es una afección que se produce por tener muy pocos glóbulos rojos. Eso disminuye la capacidad que tienen los glóbulos rojos de transportar oxígeno o hierro. Las sustancias químicas (enzimas) de los tejidos que dependen del hierro pueden afectar el funcionamiento celular de los nervios y los músculos. Su bebé depende de la sangre de la madre. Si usted tiene anemia, es posible que su bebé no pueda crecer hasta alcanzar un peso saludable, quizás nazca antes (nacimiento prematuro) o tenga bajo peso al nacer.
Puede tener diferentes tipos de anemias durante el embarazo. Son las siguientes:
Anemia del embarazo. Durante el embarazo, una mujer tiene más cantidad de sangre. Esto hace que la concentración de glóbulos rojos en su cuerpo se diluya. Esto suele denominarse anemia del embarazo y no se la considera anormal, a menos que los niveles sean muy bajos.
Anemia ferropénica. Durante el embarazo, su bebé usa los glóbulos rojos de la madre para crecer y desarrollarse, en especial en los últimos tres meses de embarazo. Si usted tiene un exceso de glóbulos rojos almacenados en la médula ósea antes de quedar embarazada, puede usar esas reservas durante el embarazo para satisfacer las necesidades del bebé. Las mujeres que no tengan las reservas adecuadas de hierro pueden desarrollar anemia ferropénica. Es el tipo más común de anemia durante el embarazo. Es la falta de hierro en la sangre, que es necesario para producir hemoglobina (la parte de la sangre que distribuye oxígeno desde los pulmones hacia los tejidos del cuerpo). Es importante tener una buena nutrición antes de quedar embarazada para ayudar a crear estas reservas y evitar la anemia ferropénica.
Deficiencia de vitamina B12. La vitamina B12 es importante para la formación de glóbulos rojos y la síntesis de proteínas. Comer alimentos de origen animal, tales como leche, carnes, huevos y aves, puede prevenir la deficiencia de vitamina B12. Las mujeres que no comen alimentos de origen vegetal (veganas) son las más propensas a tener deficiencia de vitamina B12. Las mujeres veganas estrictas suelen necesitar inyecciones de vitamina B12 durante el embarazo.
Deficiencia de folato. El folato, también denominado ácido fólico, es una vitamina B que colabora con el hierro en el crecimiento celular. Si no tiene suficiente folato durante el embarazo, puede tener una deficiencia de hierro, ya que el hierro y el ácido fólico se encuentran en los mismos tipos de alimentos. Las investigaciones muestran que el ácido fólico puede ayudar a disminuir el riesgo de tener un bebé con ciertos defectos de nacimiento en el cerebro o la médula espinal si se lo consume antes de la concepción y en las primeras etapas del embarazo.
Es posible que las mujeres con anemia del embarazo no tengan síntomas evidentes, a menos que los recuentos celulares sean muy bajos. Los síntomas de la anemia pueden ser diferentes para cada mujer. Algunos de los síntomas son:
palidez de la piel, los labios, las uñas, las palmas de las manos y la parte inferior de los párpados;
fatiga;
vértigo o mareos;
respiración dificultosa;
ritmo cardíaco rápido (taquicardia).
Los síntomas de la anemia en ocasiones pueden ser similares a los de otras afecciones o problemas médicos. Siempre vea a su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico.
Su proveedor de atención médica verificará si usted tiene anemia en sus exámenes prenatales. Suele encontrarse durante un análisis de sangre de rutina que se hace para ver los niveles de hemoglobina o hematocrito. Otras maneras de comprobar si hay anemia pueden incluir análisis de sangre adicionales y otros procedimientos de evaluación.
La hemoglobina es la parte de la sangre que distribuye oxígeno de los pulmones hacia los tejidos del cuerpo.
El hematocrito es la medición del porcentaje de glóbulos rojos dentro de un volumen específico de sangre.
Su proveedor de atención médica determinará el mejor tratamiento para su anemia según lo siguiente:
su embarazo;
su estado de salud general e historia clínica;
el grado de su anemia;
su tolerancia a medicamentos específicos, procedimientos o terapias;
cuánto se espera que dure la enfermedad;
su opinión o preferencia.
El tratamiento depende del tipo de anemia y lo grave que sea. El tratamiento para la anemia ferropénica incluye suplementos con hierro. Algunos medicamentos son de liberación prolongada, mientras que otros deben tomarse varias veces al día. Tomar hierro con un jugo cítrico puede ayudar a que el cuerpo lo absorba. Los antiácidos pueden hacer que a su cuerpo le resulte más difícil absorber el hierro. Los suplementos con hierro pueden provocar náuseas y que las heces tengan un color negruzco o verde oscuro. También es posible que los suplementos con hierro causen estreñimiento.
Una buena nutrición antes del embarazo no solo ayuda a prevenir la anemia, sino también ayuda a construir otras reservas nutricionales en el cuerpo de la madre. Una dieta saludable y equilibrada antes y durante el embarazo ayuda a mantener los niveles de hierro y de otros nutrientes importantes necesarios para su salud y la del bebé.
Las buenas fuentes de alimento con hierro incluyen lo siguiente:
Carnes rojas: res, cerdo, cordero y carne de hígado y de otros órganos
Carne de ave: pollo, pato, pavo, hígado (en especial, la carne oscura)
Carne de pescado: los mariscos, incluyendo almejas, mejillones y almejas (bien cocidos) son buenos. También las sardinas y las anchoas. La FDA recomienda que las embarazadas coman entre 8 y 12 onzas a la semana de pescado con bajo contenido de mercurio. Por ejemplo, salmón, camarón, abadejo, bacalao, tilapia y siluro. Pero no coma los siguientes peces que son los que más contenido de mercurio tienen: blanquillos del Golfo de México, tiburón, pez espada y caballa real. Limite la cantidad de atún blanco (o bonito del norte) a solo 6 onzas a la semana
Vegetales de hojas verdes de la familia del repollo, como el brócoli, la col rizada, los grelos y la col silvestre
Legumbres, como frijoles, chícharos, frutos secos, porotos, porotos negros y alubias cocidas enlatadas;
Pan y bollitos de avena con levadura
Pastas, arroz, cereales y panes blancos enriquecidos con hierro
Se recomiendan suplementos de vitaminas con, al menos, 400 microgramos de ácido fólico para todas las mujeres en edad de concebir y durante el embarazo. Las fuentes de alimentos con folato incluyen lo siguiente:
vegetales con hojas, color verde oscuro
frijoles y chícharos secos
jugos y frutas cítricas y la mayoría de las bayas
cereales fortificados para el desayuno
productos de grano enriquecido
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