Abrasiones

¿Qué es la abrasión?

Una abrasión es un desgaste o roce superficial de la piel producido por un raspón o una quemadura por fricción. En general, las abrasiones son lesiones leves que pueden tratarse en su casa. Es posible que se produzca una hemorragia o pequeña secreción en la piel en el momento de la lesión o durante los días siguientes si se vuelve a raspar o rasguñar.

Primeros auxilios para las abrasiones:

  • Tranquilice a su hijo y hágale saber que lo puede ayudar.

  • Lave bien sus manos.

  • Lave bien la superficie afectada por la abrasión con agua y jabón, pero no restriegue la herida. Quite cualquier suciedad de la zona y deje que el agua del grifo corra sobre esta durante varios minutos. Si la abrasión no se limpia minuciosamente, es posible que se formen cicatrices o que se produzca una infección.

  • Aplique una loción o crema antiséptica.

  • Cubra la zona con un vendaje adhesivo o gasa si la herida se produjo en las manos o los pies, o si puede manchar la ropa. Cambie el vendaje con frecuencia.

  • Revise la zona a diario y manténgala limpia y seca.

  • Evite soplar la superficie afectada por la abrasión, ya que puede propiciar el desarrollo de gérmenes.

¿Cuándo debo llamar al médico de mi hijo?

El tratamiento específico para las heridas de la piel será determinado por el médico de su hijo. En general, consulte a su médico en caso de abrasiones que:

  • Se hayan producido cerca de los ojos o en la cara.

  • Tengan residuos, como suciedad, piedras o grava.

  • Muestren signos de infección, como aumento de la temperatura, enrojecimiento, hinchazón o secreciones.

  • Cubran superficies grandes del cuerpo, como el pecho, la espalda o la totalidad de un brazo o una pierna.