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Para los niños con problemas en el esófago o con el movimiento de alimentos a través del aparato gastrointestinal, recibir un diagnóstico preciso puede ser uno de los mayores desafíos. Una de nuestras herramientas de diagnóstico más potentes es EndoFlip. Esta tecnología permite a nuestro equipo de atención observar el estómago, el esófago y otras partes del tracto digestivo sin necesidad de realizar radiografías o someterse a radiación. EndoFlip hace que el diagnóstico y la caracterización precisa de afecciones como la estenosis esofágica y la acalasia sean procesos mucho más sencillos.
Por lo general, EndoFlip se realiza bajo anestesia y consiste en la inserción de un catéter a través de la boca para inflar un globo. Ese globo está equipado con sensores que permiten a nuestros expertos medir las dimensiones y la presión exactas en el esófago. Esta información es esencial para diagnosticar la afección del paciente y proporcionar el mejor plan de tratamiento disponible.
La tecnología EsoFlip, otra herramienta endoscópica, se puede utilizar para el tratamiento y el diagnóstico, ya que permite a los médicos dilatar el esófago. El Dr. James Wall, director de la Clínica de trastornos esofágicos de Stanford Medicine Children’s Health, lidera el equipo especializado en el uso de esta fascinante tecnología en niños. EsoFlip puede ser útil para afecciones como la disfagia o la dificultad para deglutir. También nos permite minimizar la exposición del paciente a la radiación, un elemento especialmente importante para los niños.
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